subo al amanecer a mi terraza
lo imagino azul al otro lado
presiento su llamada
Hoy no me ire, quizás mañana vaya
El sol no asoma, tan solo se insinúa
el estridente gallo anuncia su llegada
el pueblo duerme,Álora calla,
mi amor adormecido me retiene
Yo no he nacido aquí, pero instalé mi casa
El mar me espera no lejos del castillo
Antiguo Camposanto en la colina
Silueta triste, mora, cuelga de mi ventana
Tanto pasado, tanta gallardía...
El Hado caprichoso me trajo a este paraje
Los lunes bulliciosos el mercadillo avanza
llena la plaza baja, la de la despedía
los mercaeres, frutas y verduras
zapatos y camisas, algo de artesanía
Yo no escogí el lugar, mas no me siento extraña
Arriba en la colina, en la falda del Hacho
está el colegio, transcurre mi mañana
entre lecciones libros y pizarras
armada con mi tiza y mi sonrisa
Los ojos de estos niños me retienen, trenzan mi alma
Valle de naranjeros y limones
reino el guadalhorce que agoniza
ebrio el aire de azahar, con los calores
tiñendo el verde campo de cenizas
Hoy no me iré, quizás mañana vaya...
María Teresa Cobos Urbano. Utopia. Torrox 29 de noviembre 2008
A veces el destino acierta eligiendo por nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo, Pitufa!!!!!
Lo cierto es que me fui y tuve que volver, por eso recordé este viejo poema, hay algo que nos decide. El caso es que estoy feliz aquí en mi nueva casa. Un beso Gladys.
ResponderEliminarViejo somos algunos.
ResponderEliminarDesde otros mares, otras luces: expresiones.
Que hermoso poema Pitufina. Me alegra que te sientas feliz en tu nueva casa, el Hado no se equivocó al llevarte a ese paraje.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
No, la verdad, este pueblo lo siento más mio que mi Nerja natal. Un beso Mabel.
ResponderEliminarMiguel, too es relativo, yo llegué la última y no me quiero ir la primera, seguiré peleando, si este bicho es malo, yo voy a ser más mala. Un beso cuñao.
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