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Salud y fuerza

jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Dónde se nos fueron los años?


- ¡Por los amores perdidos!

- ¡Por las mujeres libres!

- ¡Por nosotras!

- ¡Porque la noche sea eterna!

Me gusta eso, volvamos a brindar por la eternidad de la noche, ¡Salud!

Cuatro hermosas mujeres, cuatro elegantes mujeres, igualitas a las protagonistas de sexo en Nueva York. Cuatro adoradoras de carteras Gucci y zapatos Blanhik aunque clientes chinese's shop, reunidas en un rincón de la liguesdisco, brindan con cubatas por lo primero que se les ocurre.

Cada sorbo digiere un amor perdido, un trabajo soso, una soledad o una familia respondona, pero la noche es joven, los cuerpos quieren marcha, además es jueves de la mujer y las copas son gratis.

Hips don't lie y las melenas se deshacen - tantas horas con la plancha - pero no importa, la noche es joven, las ganas se renuevan. La pista está llena de parejas moviendo las caderas, los cuerpos se juntan para separarse en vaivén, las luces enloquecen, un cañón de humo borra las penas. El tiempo desaparece, los cubatas se agotan y la madrugada las conduce por calles pobladas de gente que vuelve a casa.

Las cuatro mujeres emanando humos de diversión avanzan por la calle. Un camión de limpieza las baña con la brisa y ellas corren a proteger sus trajes y sus pelos de los efectos del agua. En su carrera desembocan en una calle conocida por todas y tres de las amigas miran a la cuarta con un interrogante en la boca. ¿No es ahí dónde vive?

- Si responde ella -

Las amigas se toman de la mano y sin pronunciar una sola sílaba, ya saben lo que van a hacer. Se acercan al portal, una de ellas toma la iniciativa y sin querer su dedo índice se adhiere al botón del ático 6D.

Luego echan a correr calle abajo, uno de los tacones Blanhik se rompe, un vestido se rasga, un bolso vuela por los aires y sin embargo no paran hasta dos calles más abajo, lejos de la posible mirada de un hombre asomado al balcón.

Un taxi las recoge y ellas no paran de reír hasta que el taxi les pregunta: ¿Dónde van las señoras? Esa frase cortó de un tajo las risas, SEÑORAS y la diversión se fue al carajo.

9 comentarios:

  1. Muy bueno Gladys, ¡por las mujeres libres!, debería estar prohibido que nos llamen señoras, por suerte aquí ya tenemos algunas mujeres taxistas (espero que sean cada vez mas) ellas siempre preguntan: ¿Donde van chicas? sin importar los años que tengas o aparentes.
    Besotes.

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  2. Querida Gladys tu cuento me recordó a mi abuela paterna, aquí muchos acostumbran llamar abuela/o a quien lo aparente. A ella le molestaba, se quejaba diciendo "no soy una vieja" (tenía 80 años)y cuando alguien, aunque fuera para cederle un asiento, la llamaba así, respondía: Gracias, pero no soy su abuela. Que lindo recuerdo !!
    Besos y abrazos.

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  3. Me alegra que te haya gustado. Desde que a mi también me llaman señora, se me ha despertado una curiosidad malsana - jejejej - por las señoras mayores, las miro y las admiro. Me encanta hablar con ellas y observar las relaciones que mantienen con los más jóvenes.

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  4. A vosotras que sois tan jóvenes, os duelen los cumplidos. En mi caso con la cabeza y la barba blanca desde los 25, ahora no tengo edad. Me gusta decir que llegué a los 82 y me halagan cuando me dicen que entonces no estoy tan mal. Sólo dudan cuando saben que aún disfruto de mi madre, pero por el aspecto, aceptan los hipotéticos 82 sin problemas.
    Expresiones
    Piedra

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  5. Gladys, en el taller de escritura al que voy, tenemos una compañera de 80 años, tiene una vitalidad que le envidiamos, cuando leemos lo que escribimos (según la consigna que nos dió la profesora) tenemos ganas de tirar a la basura nuestros textos al compararlos con los de ella.
    La única diferencia es la estricta moral de toda su vida, se asusta un poco cuando contamos alguna anécdota personal.
    Miguel, mi padre también (según contaba) tenía el cabello blanco desde los 25, pero se lo teñia, siendo 15 años mayor que mi mamá parecía mas joven que ella que solo usaba un matizador color grisaceo.
    Besos y abrazos a los dos.

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  6. La genética es asombrosa Miguel, yo tengo un primo que perdió el pelo a los 25 más o menos, lo que pasa es que nos acostumbramos a determinada imagen y perdemos la consciencia del tiempo, o más bien el tiempo está presente pero deja de ser importante. Y debería ser así más a menudo.

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  7. Cada edad tiene sus encantos, lo importante es no rendir culto a valores con fecha de caducidad

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  8. jajajjaja, muy bueno galdys,será porque a míme está pasando, hasta no hace mucho me trataban de tú, pero ya no, es raro que alguien lo haga.

    seré señora muy aseñorada a la vista de la gente, pero no me gusta.

    me encantó este relato.

    Gladys pide a Jimul o Enfero mi email, ya leí loq ue dejaste en mi blog.

    besos

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  9. pérdon, mi teclado anda fatal

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