Fotografía de Enfero Carulo
No me importa saber
quién me clavó el puñal,
ni cómo,
ni porqué
Eva Márquez
El grillo del teléfono me interrumpió. Cogerlo se hace inevitable.
* ¿Dígame?
* Mamá, soy yo
* Cariño, ¿qué tal va todo?
* Bien, bien…. He solucionado mi problema.
* ¿Pero cariño, qué problema tenías tú?
* ¡Mamá! Eleonor iba a abandonarme, el hijo que esperaba era de Oliver. La muy puta. Zorra de mierda…
* Tranquilízate, quizá ahora no ves el sol, pero eres joven y seguro que encontrarás a otra chica que te haga feliz.
* Eso seguro. Al fin y al cabo ella sí que no va a encontrar nada. Ni ella ni su maldito hijo.
* ¿Qué has hecho?
* Ellos ya no son un problema. Era mía. Podía hacer lo que quisiese. Ya no están entre nosotros.
Perdón a la autora, últimamente estoy en crisis y ahorro en textos. Increíble, ya ni lo de Copiar/pegar se domina.
ResponderEliminarJimulito, porfa, llevo días quitando el pie de foto de las etiquetas que pones. Fíjate bien, céntrate, que no es lo mismo. Cuando pongas la firma de otros autores, ponla bajo su obra, no en los géneros o posibilidades de navegar el blog.
ResponderEliminar:-P
;-)
Pero que te ha pasaooooooo? Te peleaste con la tecnología amigo infernal?????
ResponderEliminarNo hay magia que resista a los años, jejejeje
A sus órdenes jefa. Se hará como tu digas. Y no son los años, Socia Eterna, son unos despistes, que curiosamente me han pasado con esta autora.
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