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Salud y fuerza
viernes, 25 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
JIMUL, QUERIDO AMIGO
como una paloma libre por el cielo,
de repente el mundo se quedó en silencio
y un frío de escarcha anidó en mi pecho.
Fuiste hermano del alma, verdadero amigo.
En el momento mas duro de toda mi vida,
buscando la forma de hallar una salida,
encontré tu corazón con sus puertas abiertas
y tantas palabras de aliento que me has dado,
me hicieron saber que te tuve siempre a mi lado.
Hoy te imagino libre de verdad, sin ataduras,
cumpliendo tu destino de felicidad,
ninguna pena adentro, ni una soledad
y es tanto ese deseo que debe ser real.
Te busco en los que sueñan hasta delirar
y en los que te dan todo sin echarse atrás,
en la gente sencilla, en la que sabe amar
y tiene el coraje para no calla jamás.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Francisco de Quevedo
A un amigo que retirado de la Corte pasó su edad
Dichoso tú, que alegre en tu cabaña,
Mozo y viejo espiraste la aura pura,
Y te sirven de cuna y sepultura,
De paja el techo, el suelo de espadaña.
En esa soledad que libre baña
Callado Sol con lumbre más segura,
La vida al día más espacio dura,
Y la hora sin voz te desengaña.
No cuentas por los Cónsules los años;
Hacen tu calendario tus cosechas;
Pisas todo tu mundo sin engaños.
De todo lo que ignoras te aprovechas;
Ni anhelas premios ni padeces daños,
Y te dilatas cuanto más te estrechas.
domingo, 20 de noviembre de 2011
sábado, 19 de noviembre de 2011
Palabras
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Uno aprende que el amor no significa sexo, y una compañía no significa seguridad. Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema. Uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende. Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, extrañarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una silla vacía, ya no tiene ningún sentido.
JORGE LUIS BORGES
Nota de Espuma: después de pensar y pensar qué escribir para y por Jimul, creo que esto de Borges, aunque ya estaba por ahí, es lo mejor, lo más idóneo, cada palabra, cada frase tiene tantísima importancia, tanto amor y sensibilidad, tantísima sabiduría. Si supiésemos vivir la vida, haríamos y pensaríamos todo esto que dice el maestro Borges, pero no sabemos o no podemos, quizá es que la vida nos lleva por derroteros tan dispares y difíciles, que a veces ya vivir es una odisea.
Con todo mi aprecio por un hombre que supo vivir lo mejor posible la vida, dando tanto cariño y aprecio, siendo tan amable y considerado con tanta gente, incluso sin conocerles, Jimul, con este nombre porque así le llamábamos por este mundo virtual en el que cada cual se pone el nombre que desea, este se lo puso él y para muchos siempre será Jimul.
Espuma
martes, 15 de noviembre de 2011
Zamora, Ciudad de la Magia
lunes, 14 de noviembre de 2011
Nuestro querido locuelo
domingo, 13 de noviembre de 2011
Texto que Jimul escribió para Nofret hace nada...
Esperando a Jimul
No, que no se conquistó en una hora... Y aquí te veo, con tu paraguas al revés y te imagino ¿Porqué no? viviendo tu vida al revés. Nunca comprendí porqué te gustaban tanto los micros, quizás intuías que no tenías tiempo.Yo llevo ya dos años avisada y sigo aquí encarando la vida con coraje y tu sin previo aviso te dormiste.
Me recuerdo de tu cuento a Nofret que eligíó ser un espíritu libre y sé que si te dan opción, la negociarás y te quedarás con todos tus amigos, que somos muchos, haciendo travesuras.
Aún espero tu llamada...
sábado, 12 de noviembre de 2011
Haiku 11
Con una pena egoísta
Me falta un amigo que se daba tanto
Que nadie tenía la impresión de compartirlo.
(un abrazo a todos. una espada de fuego a Jimul donde esté)
viernes, 11 de noviembre de 2011
Va por tí, Luismi
IDEA GENIAL, Al Calavera, que sembró la semilla en mi cabeza. (2007)
"Os envío este relato que escribí hace unos años. En su día se lo dediqué a Jimul, se publicó en uno de los cuadernillos que publicaba la asociación a la que pertenezco y le envié un ejemplar a él.
No es muy bueno, pero no he querido tocar una coma. Él me dio la idea, es como si fuera su relato. [...]"
Al Calavera, sigue sembrando desde donde estés (2011)
Soy una idea genial. Ustedes no lo creerán, pero las ideas geniales somos seres vivos. Nacemos, crecemos; con suerte, nos reproducimos y morimos.
Las ideas geniales permanecemos en diversos limbos antes de nacer. Frecuentamos mucho las higueras, las nubes y un lugar llamado babia. Pero yo debo decir que, antes de nacer, habitaba en el más común de todos los limbos de ideas geniales: el váter. Sí yo soy una idea genial de WC. Un día, como por arte de magia, noté como las radiaciones cercanas de un cerebro comenzaban a succionarme. Y es que yo creo que el vacío que se produce por un extremo, crea un efecto de absorción por el otro. Y así fue como nací. Fui succionada por un cerebro en pleno proceso de concentración fisiológica.
El desarrollo de las ideas geniales es rápido. Una vez que arraigamos en el cerebro, comenzamos a crecer. Nos apoderamos de una región neuronal y la utilizamos para nuestro propio beneficio. Sí, sé que suena a parasitismo, pero no. En realidad es una especie de simbiosis, pues los cerebros en los que arraigamos suelen ser, posteriormente, mucho más reconocidos y admirados que los demás. Es más, todo cerebro está ávido de conseguir una idea genial que se enrede entre sus tejidos.
Pues bien, como les decía, fui absorbida en plena función fisiológica. El dueño del cerebro, que tenía más o menos entornados los ojos, en gesto de esfuerzo, al entrar yo y activar su cerebro, los abrió como dos bombillas. La mueca de dificultad de sus labios se convirtió en una sonrisa. Provoqué tal relajación por todo el cuerpo, incluido el esfínter, que lo que, a mi nuevo hospedero, le había llevado hasta allí, fue terminado sin dificultad e incluso con cierta sensación de placer. Desde ese momento, yo ya era parte de un cerebro y, por extensión, de un cuerpo humano.
El efecto que solemos producir en estos seres, cuando, de repente, arraigamos, es de euforia. Se acelera el ritmo cardiaco, todo en ellos tiene más prisa por terminar las cosas superfluas y dedicarse en cuerpo y alma a nuestro desarrollo. Y también, por qué no decirlo, a contar al resto que hemos arraigado, lo geniales que somos y lo importante que es el cerebro donde estamos por haber conseguido cultivarnos. Y esta, amigos, es nuestra forma de reproducirnos: la vanidad humana. Sí, cuando un cerebro consigue que una de nosotras arraiguemos, es muy difícil que lo guarde para sí. Y de esto nos aprovechamos nosotras para perpetuar nuestra especie. En cuanto un humano hace saber a otro de que ha tenido una idea genial, nuestra semilla está esparcida en el otro y, con suerte, siendo éste fecundo, allí crecerá nuestra amada descendencia.
Les contaba que había conseguido arraigar en un cerebro y que éste ya había sufrido los efectos propios de ser hospedero de una idea genial. Antes de que mi humano se hubiera vestido, yo había alcanzado mi edad adolescente, ya tenía la forma de cómo iba a ser cuando fuera adulta, y, modestia aparte, apuntaba muy buenas maneras. Para cuando llegamos al coche, era una idea genial madura en toda regla. Por la alegría neuronal que observaba a mi alrededor, yo debía ser una de las mejores que mi anfitrión había tenido jamás. Tal nivel de excitación no es normal en un cerebro humano. Exceptuando, ciertos casos que cuentan algunas de las vecinas que he conocido, con más experiencia aunque ya obsoletas. Dicen que nuestro anfitrión es lo que entre los humanos se conoce como un varón. Y parece que hay ciertas ocasiones que, enfrentado a un cerebro de mujer, el caudal de sangre disminuye mucho aquí arriba para, según la leyenda, desviarse hacia otras partes del cuerpo en las que una idea genial nunca podría sobrevivir, aunque (y eso no deja de parecerme una calumnia) sí nuestras primas: las ideas libidinosas, de las que no entendemos por qué, nuestros cerebros anfitriones se sienten avergonzados.
Yo estaba a pleno rendimiento cuando mi humano llegó a su trabajo. Ya tenía cada pensamiento en su sitio, todo perfectamente coordinado, el plan hecho. Sólo faltaban un par de detalles para indicar a mi cerebro vivienda que la ejecución podía hacerse. Somos muy mandonas las ideas geniales cuando nos hacemos adultas y llegamos a tener nuestro plan. Tomamos posesión de las neuronas que nos hacen falta para nuestros fines y les hacemos ejecutar el plan tal y como nosotras lo hemos concebido. Y en esto andaba yo cuando subíamos en el ascensor y oí cómo mi humano ya empezaba a decir a los vecinos que tenía algo en mente espectacular. Esto me provocó un gran estado de ánimo, mi reproducción estaba muy próxima. En cuanto les dijera de qué iba, saltarían mis semillas raudas a otros sesos.
Una vez en el despacho, vi que llamaba a varios de sus colaboradores. Yo ya estaba totalmente preparada para la reproducción. Tenía a tres estupendos almacenes de materia gris delante, listos para ser sembrados. Comencé a manipular las neuronas para que le enviara a las cuerdas vocales las palabras y las entonaciones necesarias para mi propagación. Todo iba de maravilla; notaba cómo los otros humanos iban asimilándome y pronto mi semilla arraigaría en ellos.
Sin embargo, uno de los que ya había sembrado, tuvo una reacción inesperada. Hubo dentro de él unos contactos neuronales imprevistos, los cruces de corrientes de pensamiento fueron por caudales imposibles de haber imaginado antes. No les he contado los peligros que podemos tener. Existen muchos. Podemos ser rebatidas o refutadas, calificadas de desatinadas, pisoteadas, usurpadas, venirnos abajo, caer en el vacío o en saco roto e, incluso, lo que supone nuestra muerte, podemos ser quitadas de la cabeza. Como les contaba, uno de los tres cerebros en los que yo pensaba que iba a germinar, cuando absorbió mi semilla, produjo unos flujos de pensamiento inesperados que provocaron conexiones entre neuronas antes imposibles. Al verlo, lo noté enseguida, mi nerviosismo iba en aumento, tomé posesión de todo el cerebro para que mi humano ya sólo pensara en mí, que se ofuscara conmigo y me defendiera a toda costa. Pero el otro humano.. ¡rebatía!. Empezó a entrarme el pánico cuando noté que tenía sus propias ideas, que sembraba también en el mío, que éstas empezaban a tomar posesión de sus propias neuronas, que cada vez tenía menos control de la situación y que mi propio cerebro empezaba a ponerme en duda, la ofuscación iba desapareciendo hasta que oí como las cuerdas vocales de mi cuerpo anfitrión pronunciaba las fatídicas palabras: “Pues quizá tengas razón”. Al oír esto, dejé de luchar, la guerra estaba perdida, liberé el cerebro, pues tarde o temprano iba a ser vencida. Las demás ideas iban tomando posesión de todas las zonas que yo abandonaba y así fue como pasé de idea genial a “buena idea, pero” y, poco más tarde, a idea mediocre hasta que caí en saco roto. Y aquí espero, junto a todas las otras ideas obsoletas, que algún día fueron geniales, hasta que ocurra lo inevitable: que mi humano me quite de la cabeza.
«Lo mejor del espectáculo es el guiso, cómo se fabrica» Entrevista a Jimul
M. J. PASCUAL
Hace diez años que Luis Miguel Jorge Isidro se acercó al mundo de la magia y el ilusionismo de la mano de Paulino Gil, con el que comparte escenario en sus espectáculos. Pero lo que más le interesa de este trabajo escénico, subraya, es lo que se cuece detrás del escenario.
-Usted es actor, mago, tramoyista ¿con todas estas ocupaciones, cómo se define?
-Hago un poco de todo, pero no soy mago. Me considero un trabajador del arte. Yo no entré en la magia para ser mago, sino que abordo la magia como una faceta más de las artes escénicas. Paulino necesitaba que otra persona entrara en el equipo y yo estaba allí en el momento adecuado.
-¿Cuál es su formación?
-Yo no he estudiado en escuelas de teatro. Me he formado mediante cursos y talleres teatrales que se han organizado en Castilla y León, principalmente en Zamora, con gente especializada en el campo de las artes escénicas, desde la dirección hasta la producción teatral.
-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
-Aparte de los espectáculos en sí, lo que más me gusta es cómo se fabrican. El guiso es para mí tan interesante como el resultado final. La parte de atrás es como lo que has estudiado y el escenario, el examen. Es todo un proceso en equipo para que el trabajo que se ofrece al público esté perfecto. Hay profesionales detrás que tienen que funcionar en el preciso momento. Si eso falla, el espectáculo no sale redondo.
-¿En qué aspecto se detiene más últimamente?
-Ahora me interesan mucho los guiones, contar historias. Siempre me ha gustado mucho.
-¿Para cuándo el próximo montaje?
-En abril retomamos el programa de actuaciones y para el próximo verano esperamos presentar el nuevo espectáculo.
En recuerdo de Jimul…
Ha abandonado el reino de los mortales, para vagar eternamente entre las llamas del infierno… como fuego que era…
Una persona que tan sabios consejos me dio en su día. Un mago del ilusionismo, un artista que vivía para regalar sonrisas…
Siempre fue una persona muy peculiar, con sus peculiares frases, textos e imágenes.
Jimul…
Que tanto apreciaba mis pequeños aportes textuales…
En su recuerdo y en su nombre, allá donde el fuego le haya llevado, le dedico este pequeño texto, que él me ha inspirado.
La muerte se ha presentado súbitamente, esta noche, en su casa.
La frialdad de su vao ha empañado hoy su ventana.
Y dulcemente se ha inclinado hacía su cama,
Para susurrarle con sosiego en su oído, el último aliento…
La caricia de la muerte, el murmullo de su defunción…
Que nos dice musitando, su abandono y su adiós…
Ha vuelto al mundo de llamas y fuego, rebosante de calor.
Ese mundo en el que vivía y creo en su ilusión.
Él ahora vive en su infierno, aquel que tanto deseó.
Polvo al polvo, cenizas al fuego.
Su paraíso llameante al fin tiene dueño,
Aquel que tanto has anhelado, aquel del que eres dueño.
Aquel en el que algún día tus amigos, todos nos reuniremos…
Adiós, Luismi.
De la pequeña Kel Báthory
Tan típico de Jimul, algo que solo él puede entender.
Y lo menos que yo puedo hacer.
Que mi frío abrazo te acompañe en la eternidad.
Texto de Jimul
jueves, 10 de noviembre de 2011
El retrato
(Un niño, sentado ante una chimenea juega a pintar su mundo. Sometiendo a su tío a un interrogatorio en tercer grado.)
SOBRINO: (Buscando una imagen exacta para su dibujo) Y ¿cómo es la que dices que va a ser mi tía?
TÍO: (Desconcertado ante la osadía de su sobrino.) ¿A qué te refieres con esa pregunta?
SOBRINO: (Acorralándolo aún más) Sí, que me describas a la que es mi tía.
TÍO: (Mirando detenidamente a la lumbre. Atizándola con unas tenazas, al fin encuentra un camino para poder responder y así quitarse el compromiso de encima) Pues verás… Hay personas que están siempre en un segundo plano que parecen invisibles y que sin embargo mantienen una actividad brutal. (El sobrino lo escucha, muy atentamente.) Sí, mira, es como un portal de un pueblo, lo que se llama Portalada. El portal es la conexión entre lo público y lo privado. La sociedad y el individuo. Los vecinos y la familia. Pues bien. El Portal tiene, de por sí, vida también. Acoge el primer contacto de la gente, antes de entrar al recinto, o es la despedida. Pues bien, Belén, es como ese Portal. El primer contacto que el visitante tiene de un hogar. Acoge y muestra el Corral con todas sus bestias y naturaleza doméstica y el hogar humano propiamente dicho, donde las personas realizan su vida cotidianamente. Guardián de su seguridad y discreta con su intimidad. No es lo más importante de una casa y sin embargo lo es todo. El primer contacto, la atracción, esa incitación a entrar y observar. La belleza que atrapa al viajero y que le obliga a volver una y otra y otra y mil veces más. La antesala de la vida. (Cuando quiso darse cuenta, su sobrino había hecho uno de los dibujos más hermosos que había visto en su vida. Desde aquel momento supo dos cosas. Una que el futuro de su sobrino sería la pintura. Dos, había descubierto y descrito perfectamente al amor de su vida. Belén sería ya por siempre el Portal de su existencia.)
Jimul
NOTA.
Este relato me lo mando nuestro amigo una semana antes de dejarnos, y hoy lo quiero
compartir con todos vosotros.
A Jimul
Tú que creías dominar todos los juegos de magia, no recordabas que a pesar de las espadañas la barca estaba presta para la travesía. A ti te daba lo mismo, siempre tenías preparado el equipaje, tan sencillo, que cabía en el zurrón que Enfero te había diseñado en el Andurrial. De tanto jugar a Lucifer, pensabas que te pertenecía parte del infierno, porque el Infierno (con mayúscula) eras tú mismo. Con él asustabas a tus amigos, aunque en realidad, tu debilidad era jugar al infierno con más de una.
A nosotros nos has cogido a trasmano, y no tenemos ni idea que recado darte para tu Nofret, seguro que sabrás decirle algo al oído ahora que estaréis tan cerquita.
Desde mi Pacanda, sólo me queda transmitir a todos los tuyos que les acompaño en el sentimiento, es lo que saben decir en mi pueblo en estos casos.
El dolor queda tan dentro que tardará en curar la herida que has dejado.
Expresiones
Piedra
miércoles, 9 de noviembre de 2011
LuisMi, Jimul ya no está con nosotros...
Jugadas de la vida, queridos amigos.
Me acabo de enterar que Jimul, LuisMi, se ha reunido con Nofret.
Aún no sé nada. Sólo que se lo han encontrado en la cama esta mañana.
Iré informando.
Lo siento muchísimo. Le quería como si fuese mi familia.
Era mi familia.
DEP
lunes, 7 de noviembre de 2011
Amelia Valcárcel
http://www.rtve.es/television/20110803/amelia-valcarcel-pienso-luego-existo/451991.shtml
viernes, 4 de noviembre de 2011
La isla de El Hierro sigue temblando
El Hierro está tiritando y en el mar de Las Calmas no cesan de salir piroplastos y burbujeos, hemos tenido seísmos hasta de 4.4 en esta segunda fase. Hoy ya ha habido como veinte sismos, uno de ellos de 3.8. Se cree que ya hay tres bocas de erupción.
Miren en este enlace que os dejo cómo está el mar. Los herreños están viviendo una temporada fatal, encima casi en la ruina porque no va turismo, los pescadores no pueden pescar, el mar se llena de peces muertos a cada momento, las casas tiemblan, en fin que los herreños están pasando malos momentos.
http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.flickr.com%2Fphotos%2Fpresican%2Fsets%2F72157627925719829%2F&h=CAQHaRnLaAQH7chvnsnb1GRuvrpc3592Zop7XgoC70wvjiw
Bellas abuelas
Todas las tardes vengo a verlas. Ellas no saben que las espío, las recuerdo e incluso las estoy amando.
Yo dejo mis páginas en blanco para acudir a nuestras tácitas citas, me recojo el cabello de mala manera, un poco de brillo en los labios y las llaves en el bolso con el alma en vilo… ¿y si esta tarde no vienen?
Entro a la cafetería con el aliento desbocado, la camarera me mira y me reconoce, lo sé porque me sonríe y me señala la mesa, desaparece unos instantes, luego me trae el café y un periódico. Escucho su voz y le contesto aliviada.
Justo cuando voy por la mitad de café, las veo llegar a través del ventanal, ahí están, mi corazón late como caballo desbocado. Siempre digo lo mismo: están maravillosas, todos los días están maravillosas.
Son tres. Deben rondar los setenta y tantos. Hay dos rubias y una castaña, una se peina al estilo clásico de casco con lugares ondas sobre las orejas, la otra lleva una melena lisa y maravillosamente brillante - sospecho que es peluca - y la tercera mantiene el pelo largo, le he puesto un pasado hippy y tal vez me equivoque. Esas son mis abuelas bellas.
Ellas se detienen antes en la puerta, se toman de los codos para afirmar sus opiniones, se ríen un poco y luego deciden entrar.
Cuando lo hacen la cafetería se llena de una especie de añoranza, no sé definirlo exactamente, pero el sentimiento es de seguridad plena.
Ellas se sientan en la esquina opuesta a mi, nunca miran el menú porque ya saben lo que van a tomar, la camarera se les acerca con la libreta en mano, más por hábito que por necesidad y después de algunos piropos y risas les da la espalda.
Al cabo de un rato, reaparece con una bandeja y mi expectación crece hasta límites insospechados. Me muero por ese instante, por el segundo eterno en que esas manos enjoyadas con sus bisuterías toman el bollo azucarado casi sin darse cuenta y lo introducen en el café con leche, para luego llevárselos a los labios.
Después de eso ya me siento tranquila y es cuando las urgencias de mi vida me empiezan a reclamar atención… a veces les hago caso, pago y me marcho, sin embargo, en otras ocasiones me quedo un poco más, pero solo por curiosidad.
Esa tarde volvió a repetirse la puesta en escena y cuando yo ya estaba tranquila, empecé a doblar el periódico y me iba a poner de pie cuando el mundo se me vino abajo. A mi lado estaba una de las bellas, me miraba fijamente, me tomó de la mano y de su boca salieron estas palabras: Vive tu vida de una vez. Y me dio la espalda.
Por supuesto no volví a la cafetería.