No, que no se conquistó en una hora... Y aquí te veo, con tu paraguas al revés y te imagino ¿Porqué no? viviendo tu vida al revés. Nunca comprendí porqué te gustaban tanto los micros, quizás intuías que no tenías tiempo.Yo llevo ya dos años avisada y sigo aquí encarando la vida con coraje y tu sin previo aviso te dormiste.
Me recuerdo de tu cuento a Nofret que eligíó ser un espíritu libre y sé que si te dan opción, la negociarás y te quedarás con todos tus amigos, que somos muchos, haciendo travesuras.
Aún espero tu llamada...
Ay Pitufa que lindas palabras para nuestro amigo, lo describes muy tiernamente y se siente la tristeza en tus palabras porque todos sabemos lo que has pasado y como lograste ganar esa batalla.
ResponderEliminarAhora imagina que hay una sonrisa y una voz que sigue retumbando en nuestras cabezas, es nuestro infernal amigo dándonos aliento.
Pitufa, no sabía nada de lo que dices de ti, mi niña, espero que estés bien. Eres muy fuerte y maravillosa. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminarLo que escribes a Jimul, es precioso, y me encantó esa frase, que aun siendo tu dialógo triste o conmovedor, - saltas "que no, que Zamora no se conquistó en una hora" :) qué chispa tienes. Qué hermoso lo que dices, por lo que veo, teniáis muchas de vosotras, un trato muy grande y maravilloso que este ser, Jimul, que me parece, por lo que decís, que era genial,un amigo extraordinario, yo sí diría que era sensible con las causas y con los problemas de los demás, era distinto, todo genio y todo amabilidad, y eso que sólo le conocí virtualmente. Ojalá esté feliz allá donde se halle.
Un enorme beso, guapa
Espumilla, mi reina, la verdad es que estoy aquí en contra de todo pronóstico, el 2010 fue un año nefasto, acabé quemando en la barbacoa todos los calendarios y parece que este aprendió la lección, me he incorporado a la escuela y los niños me están curando con su alegría.
ResponderEliminarPero esto son golpes bajos que te da la vida y se tambalean todos los principios y los finales. Apoyemos a Mabel en estos momentos. Gente como vosotras sois muy necesarias. Os quiero.Y mis gatos también.
Miguel, Jimul Abdalá, Miyimul, deprofundisman... Te has transportado bien lejos y te has recostado sobre el verde cesped recién cortado y estás oliendo a miel y a madreselva y a madretierra y estás leyendo el último mensaje de gratitud que te envié por obligarme a contarle a mi hija mi propia y posible cercana muerte... Y lees todos los mensajes... Y éste último que te escribo que me reconcilia con tu pérdida momentánea.
ResponderEliminarPitufita, te apreciamos muchísimo. Ánimo, niña mía. No tenía idea, lo siento tanto.
ResponderEliminarJuana Godoy ¿estás bien?, no sé si entendí lo que dices... te habías confundido el otro día con Jimul...ojalá hubieses tenido razón.
No estoy bien, Espuma. Aún no me he recuperado del todo del mazazo. Estuve hablando con Jimul hasta las 23:45 de la noche del martes al miércoles, horas antes del día de su muerte... Y aún no sé qué le ha ocurrido. Álvaro me ha escrito diciéndome que se acostó y ya no se levantó más. Que su madre lo encontró dormido... Leo una y otra vez el diálogo que mantuvimos esa noche y no consigo desvelar el misterio. Estuvimos hablando de la fragilidad de la vida y de la importancia de contar con las personas que te rodean, de hacerlas partícipes de nuestras dificultades para mantener nuestra propia salud. Fue María la que me dio la mala nueva y yo clamé al mundo para que me dijeseis que lo que estaba ocurriendo era una broma pesada... Y ni pesada, ni bruma... La cruda realidad es que nos hemos quedado sin Jimul Abdalá, el profundo hombre al que le gustaba relacionarse en plano de igualdad con sus semejantes.
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