VENGANZA
Mientras corría a través del desierto, los gritos de Irene todavía resonaban en sus oídos. Hércules avanzaba a grandes zancadas sobre la arena, pero aquel desgraciado de Gerión le llevaba varios días de ventaja.
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A punto estuvo de alcanzarlo en Kalpe, pero los bueyes de Gerión se deslizaron veloces entre las montañas. Rabioso por haber perdido el rastro, pataleó sobre la tierra, separándola en dos trozos. El Gran Verde Mesogeios encontró caminos nuevos.
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Hacía ya dos días que los gritos de Irene no le despertaban en las noches. Supo el porqué cuando llegó a la tierra de los solutrenses. El cadáver de la joven yacía en un lecho de cuarcita. Durante siete días con sus siete noches, Hércules construyó su tumba. Pirineos se llamó el cementerio, Citeria la ciudad.
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La venganza es un plato que se come frío. Y en el frío mar de Artabria, Hércules alcanzó a Gerión y le dio la más cruel de las muertes.
Marae, aquí tienes una testigo de tu
ResponderEliminarpromesa, la hiciste en Agosto de 2011. Muy interesante tu relato mitológico,
pero me dió mucha nostalgia y tristeza, en esa fecha preguntabas "¿hay plazo?".
Besos.
La venganza siempre me ha parecido dulce a parte de fría y este relato a pesar de ser triste, es una tristeza endulzada la que ha dejado en mis labios.
ResponderEliminarBesos y saludos
Gracias Mabel, yo tenía sentimientos contrarios, pero al final venció la promesa... Hay preguntas que cambian de sentido con el tiempo, ¿eh?
ResponderEliminarKel, es lo que tiene la venganza.. que está prohibida!