A Mary y Miguel.
Debajo de la broza, verde hojarasca vana,
se esconde seca fuente de piedra construída,
ojos que no la ven, no aprecian lo que clama,
vieja historia de amor, aún no concluída.
Cuando ella dijo: ¡quiero estar siempre contigo!
buscaron una casa, formaron un hogar.
Tres frutos de su vientre crecieron en su patio
y el jardín allá al fondo, él lo cultivará.
La buganvilla rosa, banderita amarilla,
verde frondosa y grande la costilla de Adán
la fuente como adorno y mensaje a su amada
¡los quereles se riegan!, fructificarán.
Luego vino la noche y lo llenó de ausencias
los frutos se marcharon a buscar su verdad
la vida que te fluye, el rio que te lleva
la fuente que no emana, la parra invadirá...
Debajo de la broza, se esconde seca fuente...
María Teresa Cobos. Nerja 7-7-2012
Debajo de la broza, verde hojarasca vana,
se esconde seca fuente de piedra construída,
ojos que no la ven, no aprecian lo que clama,
vieja historia de amor, aún no concluída.
Cuando ella dijo: ¡quiero estar siempre contigo!
buscaron una casa, formaron un hogar.
Tres frutos de su vientre crecieron en su patio
y el jardín allá al fondo, él lo cultivará.
La buganvilla rosa, banderita amarilla,
verde frondosa y grande la costilla de Adán
la fuente como adorno y mensaje a su amada
¡los quereles se riegan!, fructificarán.
Luego vino la noche y lo llenó de ausencias
los frutos se marcharon a buscar su verdad
la vida que te fluye, el rio que te lleva
la fuente que no emana, la parra invadirá...
Debajo de la broza, se esconde seca fuente...
María Teresa Cobos. Nerja 7-7-2012
Nos ha emocionado. Precioso.
ResponderEliminarDos abrazos llenos de expresiones.
Piedra y Mary
Pitufa, que inspiración!!!!!
ResponderEliminarMe encantó y espero seguir disfrutando de tus musas siempre.
Que hermoso pitufa, emociona y mucho más
ResponderEliminarpor estar dedicado a tan queridos amigos.
Besos.
Gracias a todos, ya pasó el stress de final de curso y la vida recupera el lento y trepidante ritmo del caluroso verano. Playa, montaña y andurrial...
ResponderEliminarCreo que fue la costilla de Adán del Jardín la que me lo susurró al oido...
ResponderEliminar