Nacen... Crecen... Se multiplican... y Mueren. Allí estaban esas rocas imponentes. Peñazos insolentes que forman un paraje lleno de formas caprichosas y desafiantes a la gravedad y a la lógica humana. Pedazos de inmortalidad que en un momento dado, desaparecen, convirtiéndose en arenisca. Arenisca que se mezcla con la desintegración de los seres vivos, dando como resultado otras formas. Entre tanto, son testigos mudos de la vida de sus compañeros. Caza... Vida... Muerte... Amor... Pasión... Permanecen en la memoria de sus cuerpos pétreos milenarios.
A Enfero y Jesús.
meloncilllo, estoy enuna especie de ciiber raro y sin letras« peo te agradezco el detallee´~
ResponderEliminarUn besinho
Se ve que has vuelto con las pilas cargadas. Excelente explicación de un fenómeno natural que no tiene explicación.
ResponderEliminarAmigo Jumul, aprovecho para decirte que no sé si te llegaron las vibraciones de un abrazo que te dejé cuando pasé por tu tierra, el día 28 del pasado mes de agosto. Un abrazo.
Doña Maravillas, estoy en casa de Inma (La tuerce cuellos)Pregunta cómo estás (yo le digo que como una puñetera regadera)También te envía saludos zamoranos y muchos besos. Por mi parte te envío infernales saludos y dósis concentradas de paciencia... Besosssss...
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