En la tarde primera se planta “la joguera” bien recta y bien alta.
Y vosotras, ¿ por qué no ayudáis?
No, eso es cosa de hombres.
El gran falo, quedará inhiesto todo el año, soportando lluvias y vientos hasta la próxima festividad.
Al día siguiente se baila y canta al ramo. Las letras quieren hablar de San Antonio bendito, cuando en realidad es un canto alrededor de los panes, los dones que nos da la tierra una vez fecundada.
La fiesta termina con el reparto de las roscas entre toda la comunidad y la subasta del pan, ( la comunión fue antes del cristianismo ).
No se puede abandonar el tajo ni un sólo día, se amontona la faena. Pues eso, que voy a empezar por ti para despejar el camino.
ResponderEliminarAmigo Piedra, es cierto que en los pueblos hay tradiciones de lo mas extrañas y sorprendentes, pero son para vivirlas. O para leerlas si se describen como tú lo sueles haces en pocas palabras. Un abrazo.
Gracias Piedra por compartir esas tradiciones con nosotros. Yo que vengo de otros lados y he bebido de otras fuentes me emociono con tus relatos.
ResponderEliminarAquí también se celebra San Antonio de Padua. A mí me encantan las tradiciones, si no son peligrosas, claro... es nuestra historia.
ResponderEliminarQué bonito.
abrazos.