La luz del amanecer entraba pálida e insultante en la habitación 69 del Hotel Discret Accomodation.
—Siempre es dificil con alguien nuevo...
—Ponte aquí, así, ahora, muy bien
—¿Te gusta así? Me duele un poco la espalda si me pongo así
—Es que tienes que agarrarlo un poco más fuerte, ummm, ahora
—Ya lo noto, sí, qué bien.
La fiesta de la noche anterior se traslucía por el olor a whisky de la habitación y los reflejos del sol en los cristales rotos esparcidos por el suelo. Los cuerpos se movían por la habitación aprendiéndose y sincronizándose.
—Un poco más, sigue, sigue
—Ya, ya llego, ya, ahora, ya
A las nueve de la mañana, el servicio de limpieza (la novata y la gobernanta) del Hotel Discret Accomodation había dejado la habitación 69 lista para ser ocupada.
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Salud y fuerza
sábado, 20 de junio de 2009
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Jejeje! muy bueno!
ResponderEliminarJajajajajaj
ResponderEliminarMuy bueno Marae, ese juego, esa confusión que lleva a las mentes más calenturientas a imaginas escenas tórridas cuando lo único que hay es limpieza a fondo.
Me has puesto contenta.
Abracitos valencianos
;-)
Marae, como siempre: perfecta.
ResponderEliminar¿En qué estaría pensando? si ya el celo se pasó. Enhorabuena
ResponderEliminarExpresiones. Piedra
Un gran microrrelato con inesperado final ¿o no? ¿Alguien lo ha adivinado?
ResponderEliminarBesitos