Subo esta vista de Maro, para que quede constancia de nuestro paisaje; quizás sea el último año que veamos las palmeras repartidas por tantos rincones de nuestra geografía.
La plaga del picudo rojo se extiende como mancha de aceite y en cualquier sitio se obsevan los muñones de las palmeras, es tal el desastre que no puedo hacerme a la idea de que nuestros paseos y plazas se queden sin ellas. Otra gloria para apuntar al infausto alcalde de Almuñecar.
"La plaga apareció por vez primera en Europa en 1994, en España, en Almuñécar." nota de Wikipedia.
Ayyy qué pena. Pero imagino que estarán tomando medidas o no?
ResponderEliminarEl picudo está matando las palmeras levantinas también; y lo peor es que dicen que las que quedan sucumbirán con el tiempo hasta extinguirse. Es surrealista que la globalización comporte estas pequeñas sutilezas por no tener orden.
ResponderEliminarUn besazo Miguel