Por falta de dinero me metí en esto. Vivo en una casa transparente y demasiado alargada, apenas si tengo espacio para extender los brazos. Incluso para agacharme a hacer mis necesidades tengo que bajar por un ascensor hasta la primera planta.
Una tarde, tenía toda la ropa limpia en la mano, estaba esperando el ascensor. Entré y me di en las narices con la mujer de la limpieza. Ella traía la ropa sucia de todos los vecinos. Se ofreció a llevármela y se la di con alivio hasta que me di cuenta que la puso sobre la ropa sucia de los demás. Pensé en que el olor de los otros se pegaría a mi ropa, más el olor a sudor de la mujer, todos esos olores se pegarían a mi piel, empecé a sudar, yo también emitía olores.
Al llegar a mi piso me metí en la ducha… Sé que me observan, acepté hacerlo pero ya no me importa. Mañana me arrepentiré, sobre todo cuando vengan a cobrarme el alquiler, pero no puedo con los olores.
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Salud y fuerza
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No llego a pillar si es una metáfora ¡pero no me lo cuentes que lo tengo que descubrir!
ResponderEliminarMe gustan los relatos cuando alguien entra en paranoia hasta el delirio y de ello extrema su vida. Hay más vidas de las que nos creemos así.
Gracias Gladys, eres un soplo de aire fresco
Gracias Enfero. Callaré para no dar pistas.
ResponderEliminarMe pasa lo mismo que a Enfero, Gñadys, le doy vueltas, y no sé si llego donde hay que llegar. No des pistas, porque tiene buena pinta esto de leer y releer.
ResponderEliminarMe gusta mucho, aunque me tiene un poco perdido.
Un beso, Gladys.
Me parece que los sueños tienen su propio caminar y este te lleva arriba y abajo según su voluntad.
ResponderEliminarMuy bien recordado.
Expresiones
Este tipo era funerario o enterrador, de eso podéis estar seguros...
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