Ahora comprendéis porqué el abuelo chorrea tanto el blog, sobre todo cuando me dice: Miguelete cuéntame un cuento de pan y pimiento.
Nadie en casa me llama Miguelete y él, únicamente cuando quiere algo especial.
Siempre tengo que comenzar con el estribillo: Po señor esto era una vez... y seguir con caballos voladores en castillos de irás y no volverás... donde los amigos de Áyobe levantan el puente levadizo para que entre montando su caballo alazán...
Bueno, otro día os cuento el cuento a vosotros...
Por esa carita se te perdona todo, jejejejej
ResponderEliminarSi es una preciosidad. Disfrútalo al máximo. Crecen tan rápido y cuando llegan los años sólo quedan los bellos recuerdos.
Qué guapo está tu niño, Miguel, y qué rápido pasa el tiempo! Y sí que me ha hecho gracia con eso de Miguelete! Yo también quiero un cuento antes de dormir ¿puedo llamarte Miguelete para que me lo cuentes? ;)
ResponderEliminarEs cierto, como dice Nofret y Gladys, qué rápido pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando el abuelo Miguelete nos lo presentó siendo casi un bebé.
ResponderEliminarÁyobe va a disfrutar un montón si su abuelo le cuenta sus hostorias, que son muchas y muy buenas. Salud