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Salud y fuerza

viernes, 2 de julio de 2010

Diferentes, pero iguales.




Es un derecho pedir cada cual lo que cree le pertenece, pero entiendo que siempre debemos hacerlo desde nuestra posición de personas como ciudadanos del mundo. Si queremos y buscamos una sociedad equitativa, moderna e igualitaria, no podemos ni debemos hacerlo en grupos separados, diferenciando a hombres de mujeres, homosexuales de heterosexuales, o blancos de negros. Los valores no tienen sexo, ni son patrimonio exclusivo de una casta o raza específica. Es necesario trabajar por la democratización de la sociedad a través de las instituciones públicas destinadas a defender los derechos de todos los ciudadanos por igual. Es obvio que, no pocas veces, cuando reivindicamos un derecho, paradójicamente, estamos favoreciendo justamente lo contrario de lo que venimos persiguiendo. Es hora de hablar de personas y sesos y no de sexos. Nuestro énfasis lo debemos poner, todos unidos, en presionar a los gobiernos de turno para que promulguen leyes sin diferenciarnos a unos de otros y sin dejarse influenciar por presiones mediáticas de instituciones con poder social. Entre otras cosas porque, en muchas de estas instituciones, encontraremos precisamente a los que se rigen todavía por criterios retrógrados y totalitarios que no encajan o no aceptan las nuevas reglas de la sociedad moderna.

6 comentarios:

  1. Querido Cabre, tu artículo es excelente y de una lógica aplastante. Lamentablemente la raza humana en su mayoría, dista mucho de seguir tu lógica expuesta con total claridad. Por ello debemos dar pequeñas lecciones para que la inmensa mayoría vaya concienzándose de la importancia de la vida y el respeto por uno mismo y el del contrario. Así tendremos que crear ministerios, días y redundancias varias. Aún así Tienes Toda la RAZÓN.

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  2. Tines razón Cabre, pero no sólo las instituciones son cerradas y dictatoriales, para mi asombro me he encontrado con que muchas personas, que parecen sensatas e inteligentes, a la hora decisiva se nos rebelan peores que aquellos a quienes condenamos.

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  3. Muy bien amigo Cabre. Lo malo es que con políticos como el ínclito Berlusconi, corriendo a sus años tras las adolescentes, pocos leyes serán realmente igualitarias.

    Piedra

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  4. Gracias a todos. Es un placer saber que estáis ahí.

    Es de lo que se trata, Jimul, hay que asomar el morro con reiteración para que los políticos sepan que estamos aquí esperando que mamá Constitución cumpla con lo prometido y no quede en letra muerta.

    Tienes razón, Gladys, no todo el mal radica en las instituciones, pero son ellas las responsables de velar por nuestros derechos y libertades, y no lo contrario. Contra las personas, individualmente, por muy radicales que sean, poco podemos hacer para encontrar soluciónes.

    Amigo Piedra, es cierto, aunque hay muchos Berlusconis y, algunas veces, los encontramos en nuestra misma escalera.

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  5. Yo siempre he creído que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Si un pueblo no discrimina, su gobierno no lo hará, pero no por simpáticos, sino por conveniencia. No les conviene ponerse en contra del electorado. Es la mayoría la que manda.
    Muy bueno el ensayo, Cabre.

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  6. ¡¡Alguien con sentido común!!
    Cambiando un poco de tercio, últimamente he decidido presentarme (si la ocasión lo merece), como "hetero alineada" jajajajajaja
    porque ¿qué me importa a mi que me diga nadie con quien se acuesta?
    Y sin embargo pareciera que es obligatorio... ffff

    ;-)

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