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Salud y fuerza

jueves, 15 de julio de 2010

Historia de un circo mágicamente pobre


El circo ambulante al aire libre, Paff, era muy pobre, tan mísero era que sólo tenía tres artistas. Rufo, el payaso, tan humilde que no tenía nariz de goma sino la suya pintada de rojo con dos algodones en los agujeros nasales. El malabarista, Bolo, que usaba cocos vacíos en vez de pelotas para hacer sus volteos y por último, Odón, el domador, que llevaba un oso rojizo muy grande y desgreñado.
Pero el circo Paff era muy famoso, tan célebre era que toda la comarca lo conocía y lo admiraba.
Rufo, dicen, tenía el don de hacer carcajear mucho a la gente, y tanto la hacia reír que pasaban meses con una expresión de júbilo dibujada en el rostro. Como si el payaso pusiera en los corazones del público la llama de la felicidad.
Bolo, comentan, tiraba los cocos muy arriba, tan alto los lanzaba que la gente los veía perderse en el infinito para bajar al cabo de diez minutos, obedientes, a las manos de su amo.
Odón, explican, podía hacer que su oso volara como un pájaro. Un testigo me juró que era verdad e incluso me mostró una mancha en su chaqueta, que aún no había podido borrar ni con siete lavados. Era de excremento del oso volador, que siempre defecaba sobre algún asistente. Era éste el número estrella, el que más alborozaba, por eso se llamaba “Circo Paff”.

6 comentarios:

  1. He puesto este cuentito para mis niños y niñas, ustedes.

    jejje :)

    no diréis que no me gusta soñar. Aunque pocas veces puedo.

    ays! :-(

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  2. Pues sigue soñando, espumosa, y ponnos aquí tus fantasías, que son para descostillarse! Vaya con el circo paf! jejejeeeaeee! :-) apenas me lo puedo imaginar! que te chorre un oso!

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  3. jajajajajaja qué bueno Espuma, ojalá los cuentos para niños fueran así de ingeniosos como los tuyos, seguro que los chicos leerían más.

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  4. Gracias Espuma por traernos una de tus perlas. Tu originalidad traspasa todo lo imaginable. Es un cuento sencillo, humano y realista, como la vida misma. Aunque no es frecuente ver en la gente lo que hacía el oso volador, también los hay. Abrazos

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  5. ¡Pusiste a volar al oso
    y te quedaste tan pancha!
    Eres cuentista sin mancha
    con los sonidos garbosos,
    nos traes a Odón sin un coso
    y un payaso que te engancha
    por su risa y ser famoso.

    ¡Espuma, eres avalancha
    de talentos ingeniosos!

    :-)

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