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Salud y fuerza

jueves, 6 de enero de 2011

Viajero accidental

Salió hasta donde las puertas
se cierran por los bordes del viento,
en sus pies calzaba las zapatillas
de andar por los pensamientos,
fue entonces cuando supo que quería
saber por el origen de los olores,
tuvo curiosidad por el porqué
de aquel idioma sin ruido que tanto decía,
y también pensó en cómo podría aventurarse
hasta las cuerdas vocales del primer instante,
así podría conocer la verdadera voz de la voz,
y por qué no, el sentido que tienen
las agujas del tiempo, cuando en el espacio
se reduce el tiempo, también tuvo su atención.

Quiso llegar hasta el comienzo del horizonte,
en su equipaje, un sencillo saco de tela,
volcó un puñado de anillos de madera,
pues ellos eran los dueños
de la paciencia centenaria de los árboles,
y se inventó los mapas de las tierras
que guiarían sus pasos hasta donde duerme la luz,
y le tuvo que preguntar al vacío
por las manos en las que se hallaban las respuestas,
y el vacío se hizo mil añicos de color añil,
y renació convertido en una cabeza
de elefante parlante, con acento francés,
mientras sobre las nubes llovían las almas
de cien mil cántaros de barro,
y dos tazas de té, tomando el tren de las cinco,
cubrían sus cabezas blancas de humo
con los sombreros viajeros de René Magritte.


“Viajero accidental”
© Ediciones Cambalache. Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

5 comentarios:

  1. Gato, con lo bien que manejas las metáforas, no sé por qué no te metes a fondo en el ritmo y más siendo "bluesero".
    Te reto, va.
    ¿A que no me conviertes este poemazo en heptasílabos y endecasílabos?
    Trrrrrrrrrrr
    (redoble de tambores que no ha quedao muy creíble)
    :-)

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  2. Pues yo me he quedao tomando el té en ese tren. Como me gusta perderme en esos territorios.
    Un abrazo,

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  3. A mi me sigue sorprendiendo la velocidad y el cambio de ritmo de cada verso. No son renglones cortos, tienen tanta vida, que siguen volando solos después de leerlos.
    Has conseguido un sello tan original, que seguro que permanecen por los tiempos venideros.
    Sólo los grandes son capaces de renovar la belleza del idioma.
    Un verdadero disfrute el regalo de Reyes.
    Un abrazo
    Piedra

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  4. Nunca pensé que un gato pudiese recordar tanto, guardarlo en su cabeza y luego escribirlo, en fin sorpresas te da la vida, seguro que es un Negro quien escribe... Todo un placer leerte sr. Imanol. Jejeje...

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  5. Muchísimas gracias, sois excesivamente buenos conmigo, os lo juro, pero vale, seguid así, porque "molaquetecagas" creerse Borges, aunque sea por un ratillo. :-)

    Enfero, a ver qué sale, y como salga chulo, nos vamos de "guoldturespanis", y qué se joda Chiquetete, que no va a firmar ni un "bolo" el próximo verano. Estamos en ello, blusera, y que no se me olvide decirte que estoy enamorado de tu página de fotopoemas. Es una gozada pasearse por ella. Un beso grande.

    Gladys, pues a ver si alguna vez coincidimos en el vagón cafetería, y compartimos pastas, palabras, y territorios. Gracias por leer, y por escribir, un abrazo grade.

    Miguel, muchas gracias, sabes que aprecio esas palabras que me regalas, y una parte de ese aprecio se debe a mi aprecio por tu obra, tanto caligráfica como visualmente. Los paisajes que muestras, y cuentas, a mí me sirven para viajar a ratitos por tus tierras, y por sus historias, y esos billetes de viaje me los "pagan" tus letras. Un abrazo grande.

    Moralinas, si es que en el fondo me caes bien, aunque seas como una ladilla gritona, y con gafas, pero se te termina tomando cariño... Para que lo sepas, los gatos usamos la cabeza para algo más que para... que para... Jinulito, los gatos tenemos cabeza y la usamos, y punto. Oye, que lo único bueno que puedo decir de ti es que, cuando te marchas, queda mucha paz en el sitio que ocupabas, y aunque no se te echa de menos, es bueno (pero solamente de vez en cuando), saber que hay un Jinul en algún lugar del mundo dando la brasa.
    Un abrazo, "Cervan"... jejejeje :-P


    Muchas gracias a los cuatro, sois más majos que las pesetas.
    Besos

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