lunes, 11 de enero de 2010
El Zumo
Siempre se preguntó en qué momento el elixir de la vida y la pócima eterna del amor se convertía en un zumo ácido del desengaño y una ponzoñosa bebida de la razón. La solución estaba mucho más cerca de lo que pensaba: Las ranas eran batracios y las muñecas, juguetes infantiles que se abandonan con el tiempo.
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Siempre tan cáustico, Jimulete.
ResponderEliminarDale y alarga, joer, que no te lo quiero decir más veces.
¿El 2010 no te ha traido un alargador?
jajajjaa
;-)
Es probable que un día te lleves una sorpresa y te dé con el alargador en el andurrial. Por otra parte es agotador tanta sosa caústica a lo largo de páginas y páginas... Pero cuando me pongo... Gracias por todo, en serio, muchas gracias.
ResponderEliminarComo empezaste el año amigo infernal!!!!!!
ResponderEliminarTe has "ganao" una llama más.