La pesadilla era recurrente: Palabras que inundaban una habitación entera. Inmóvil, veía aquellas malditas letras pausada, pero firmemente regar toda la estancia.
Justo cuando estaba a punto de ahogarse, el sonido del despertador lo salvó de una muerte segura, por indigestión lingüística. Y allí estaba, desafiante, arrogante, el diccionario de la Real Academia señalando la palabra Tostón.
A Noemí y todos aquellos que están padeciendo o han padecido los comentarios de textos exhaustivos
Bueno, la convivencia entre escritores y criticos es casi imposible. Hace un tiempo alguien me iba a comentar un libro de cuentos y resultó escribiendo otro. Jejejeje.
ResponderEliminarjajajajajja...
ResponderEliminarAh! pero si te critican, es que tu libro ha interesado, ha trascendido, aunque la crítica sea pesada. Peor es que te ignoren.
ResponderEliminarClaro que sólo estoy suponiendo, nunca publiqué.