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Salud y fuerza
sábado, 31 de diciembre de 2011
jueves, 29 de diciembre de 2011
Consejos del viejo Vizcacha, Martín Fierro
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo,
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo,
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.
Viejo Vizcacha
nuevos consejos del
seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mesmo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas,
que ellos te van produciendo
ya tenés la cañería
tapada de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto, que todo es cuestión de tiempo...
También te puede ocurrir
que te encuentren un bloqueo,
una elongación de aorta
que no augura nada güeno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.
Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasas
o carencia de anticuerpos;
que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que hay una falla en el ácido
desoxirribonucleico.
Y aunque te sientas fenómeno
y así le insistas al médico,
lo tenés que aceptar todo
porque lo dice el chequeo.
Lo que más te va a asombrar;
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hipo sódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...
Tendrás que decirle adiós
a tus grandes compañeros:
el whisky y el cigarrillo,
y hasta al cafecito negro.
Si a vos, que antes del chequeo,
casi te creías Tarzán,
poco menos que un pendejo,
te digan 'que estás pal jonca
si no lo tomás en serio'...
Viejo Vizcacha
Nuevos consejos del
Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás,
dejarte hacer un chequeo.
Málaga recuperada
Sí , ya sé, aún queda mucho por hacer, el salir del itinerario oficial es toda una aventura, el casco antiguo tiene una difícil recuperación, con callejuelas estrechas y solares abandonados, pero una sola visita al restaurado mercado de Atarazanas ya vale la pena. (http://miguelbueno.blogspot.com/2010/02/malaga-puerta-de-atarazanas.html )
Texto y fotografía de Piedra
martes, 27 de diciembre de 2011
Presentación poemario "Detrás del nombre", Enfero Carulo
El Viernes 13 de enero presento mi Poemario "Detrás del nombre" junto a la exposición de Fotografía que acompaña el libro. Será a las 19'30h y he preparado unas sorpresillas. Os espero en el Sporting Club Ruzafa, en la C/ Sevilla 5 bajo de Valencia. Hasta pronto.
jueves, 22 de diciembre de 2011
Salud amigos!!!!!
¡Felicidades amigos míos!
El saco mágico
Aquí vengo, compañeros,
con aguinaldos y ofrendas
para todos mis blogueros.
Traigo mi saca sin fendas,
y entera, sin agujeros,
para repartir mis prendas,
tantas como hay luceros.
Tengo collares con cuendas
hechas de trozos ligeros
pues son de brumas sin riendas
que vagaban por los cielos
y agua en una botella
que pertenece a los hielos
de glaciales de una estrella.
Traigo dulces caramelos,
de miel, anís y grosella
y pájaros de altos vuelos
que alcanzan la Luna bella
para aportar a los suelos
su anaranjada centella.
Reparto también albores
con rayos de sol naciente
tengo de varios colores
y ninguno equivalente.
Traigo alforjas con amores
de inclinación diferente,
los de madre, los mejores,
amor de amigo, excelente,
y ese amor de la pareja,
fogoso, mimoso o tierno.
Tengo también la madeja
con los hilos de lo eterno,
y un gran pino que se queja
cuando llega el crudo invierno.
Llevo una almohada vieja
rellena de suaves plumas,
plumajes de un querubín,
suavecitos como brumas,
y del mar de San Quintín
traigo sus blancas espumas
más brillantes que el satín.
Y aún poseo más cosas:
tengo las flechas de Eros,
rubíes de labios de diosas,
duendecillos altaneros,
rubor de hojas de rosas,
trovas de bardos iberos,
lágrimas de mozas fogosas,
talismanes verdaderos…
Escribidme en un papel
qué queréis de mi talego
y yo, cual Papá Noel,
con el corazón lo entrego.
¡Feliz Navidad!
miércoles, 21 de diciembre de 2011
¡Feliz solsticio de invierno!
Málaga en navidad
martes, 20 de diciembre de 2011
Feliz Navidad a todos!!!
Pues nada con esta fotito os deseo una Feliz Navidad a
todos por aquí también.
y los que ya no se encuentran entre nosotros.
Os dejo el link de mi blog por si os apetece leer más.
Besos Navideños
domingo, 18 de diciembre de 2011
Felicidades!!!!
Cenizas
sábado, 17 de diciembre de 2011
De sirenas en Torimbia.
A mi Enfero.
Texto y fotografía de Piedra
viernes, 16 de diciembre de 2011
El lago
Después de tantos años por fin me he atrevido a volver. Odiaba este lago, ya sé que no tiene la culpa, ya sé que fue un accidente, mi cerebro siempre me lo recuerda con lujo de detalles o explicaciones lógicas y razonables.
Pero dentro de mi hay alguien que no entiende, un ser al que los razonamientos le parecen una patraña de la inteligencia, o un complot sádicamente ideado para lavarle el cerebro.
Por eso se niega a escuchar alejándose de su cuerpo hasta que la voz de la razón es solo ruido de tráfico en medio de la ciudad: algo molesto pero no insufrible.
Y aquí me tienen, hundiendo otra vez los pies sobre las aguas transparentes, viendo como mi dedo regordete empieza a ponerse blanco y arrugado. Al cabo de unos segundos la transparencia de las aguas ya no se limita solo a la orilla. Levanto la vista y casi todo el lago es transparente, se pueden ver las piedras, las algas, los peces, los granos de arena. El mundo submarino del lago me es desvelado y es maravilloso.
Unas burbujas llaman mi atención, me indican un camino y me dejo llevar casi al otro extremo del lago, donde se ahogó la hija de mi amiga. Recuerdo perfectamente aquel día, era un domingo cálido, había mucha gente por los alrededores, el cielo era intensamente azul y daba su color al lago hasta que nos dimos cuenta de la ausencia de la niña, gritamos, todo el mundo ayudó pero nunca la encontramos y yo decidí no volver jamás.
Pero hoy, mi cuerpo se despertó con la decisión de ir hasta allí, mis pies me llevaron y aquí estoy haciendo caso a esa intuición que parece ser el timón de mi vida, esa fuerza que mueve mis pies a través de las aguas hasta la orilla más solitaria del lago, donde las piedras son más bonitas, lisas, suaves, como pequeñas nubes caídas del cielo y congeladas en el agua.
La hilera de burbujas me hace la señal para que me agache, me lleva hasta una piedra pequeña, oblonga y muy suave, como la cabeza de una niña que se ahogó...
jueves, 15 de diciembre de 2011
Amor gigante.
Ella está en África, en el norte, en Ceuta, esperando tumbada a su gran amor. Él está en el sur de Europa, en Málaga, yace tranquilo,también esperando el anhelado encuentro con su amada.
¿Y si están vivos? Su tiempo sería otro, una vida nuestra no alcanzaría para ver un minuto suyo.
Son tan grandes, tan majestuosos, que no podemos sino sentirnos insignificantes hormiguitas caminando por sus laderas.¿Serán dioses? o ¿simples mortales a los que una maldición les alcanzó convirtiendolos en montañas, petrificándolos y engrandeciéndolos ?
Son bellos, por eso me inclino a creer que eran dos amantes, con un amor prohibido que provocó la ira de los dioses, la envidia de los poderosos, el odio de los necios.
Pero el amor siempre deja rastro, se niega a desaparecer, por eso son hermosas y al caminante que se adentra en ellas le susurran al oido bellos sones, parece el viento, pero es su voz, sus voces.
Ella está en África, en el norte, él está en el sur de Europa, yacen tranquilos.
María Teresa Cobos Urbano.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
De memoria, in memoria
Mago
Para El Mago Luismi, con mi gratitud por el regalo de su bondad, en forma de amistad.
Mago breve de huella sin tiempo,
tienes el fuego que purifica
quemando los aburrimientos,
mago de ojos que no dejan de buscar,
mago con manos sin trampa ni cartón,
ahora entiendo el llanto del payaso,
veo cómo sus lágrimas despintan
los colores de las lonas de los circos,
y sin embargo, aunque me pinte
la cara con gesto serio y nocturno,
sé que tu magia abre sonrisas
que se dibujan por los mapas de la eternidad,
y es entonces cuando en mi cara solea,
y me invento un truco que aparece
dentro del sombrero de un botones,
y noto que una estrella
egipcia sonríe en el universo,
con un juego de manos
hecho a la velocidad de la luz.
Mago breve y gruñón, dejaste
la tinta fuera de las esferas de los relojes,
tinta que convierte en letras
todas las locuras de azufre que imaginabas,
así vistes con voz el silencio,
usando casacas de humo amarillo
y botones que se multiplican por dos,
y en ese silencio el ruido de tu ruido,
y en ese silencio el sonido de mi hola,
pues mis palabras no saben decirte adiós.
- Pokito - Gatomalabares - chus-
lunes, 12 de diciembre de 2011
Triángulo con rima: espadachín sin esgrima
—Sí tú dejaras de amarme podría hasta matarme; porque mi vida es tu amor, Leonor, mi flor, mi encanto. Me aguanto para no tomarte y besarte… y comerte ¡Cuánto te amo, mi suerte! —dijo Blas.
—Sin ti, ¿qué haría? ¡Tanto te quiero Lucía! El aire que respiro eres, diosa Ceres. Cuando te miro veo el cielo y no creo, caramelo, poder amar más intenso, ¡mi amor por ti es tan inmenso! ¡Eres mi vicio!... Perdonad, voy al servicio —indicó Blas con apuro.
Y saltando cual canguro corrió al baño “¡Qué daño! ¿Me habrá intoxicado el marisco? Ya me duele hasta el menisco”.
— ¿Oíste, Leonor? ¡Es el mejor! Es un vate tan sensible… ¿crees que será posible que me ame como arguye? Tanta labia que le fluye me deja en babia ¡Es imponente!
—Impotente, niña mía ¿No ves, Lucía, que lo hace con intención? ¡Qué bribón! ¡Un poeta! ¿No ves que tan sólo es treta? ¡No nos ha hecho el amor! Embaucador, no da abasto ya con ambas.
— Mujer, serían las gambas…
—Y ayer la mollera, dijo que era, y anteayer un achaque. Vaya jaque.
Entra de nuevo Blas y se acuesta entre las dos. Mas de pronto le entra tos. Tose sin parar, cual si se fuera a asfixiar.
— Voy… a tener que… irme, mozas —dijo entrecortado— y levantando las posas vistióse en un periquete— me mata este catarro —y se fue como un cohete.
Leonor coge un cigarro — ¡varoniles mañas! —aulló con saña— ¿lo hacemos solas, Lucía, igual que todos los días?
IR EN BUSCA DE UN TESORO
En esa cárcel, en ese calabozo de paredes ruinosas, cubiertas de moho y plagado de alimañas, donde un foco de luz en el pasillo lo mantenía en una eterna penumbra, se amontonaban como racimos de uvas, los presos cuyo único delito había sido el ser disidentes del régimen dictatorial reinante en su país. Hacinados en ese cubo de cemento, estaban reducidos a condiciones de esclavitud, que sistemáticamente los iba convirtiendo en seres despersonalizados, quebrantados física y mentalmente, carentes de voluntad y sentimientos, los mas débiles habían llegado a adquirir el llamado Síndrome de Estocolmo, demasiado cercano a la locura, justificar inconcientemente a sus carceleros y verdugos.
De los 15 hombres que habían llegado a esa celda, quedaban solo 10 despojos de lo que alguna vez fueron, los restantes fueron retirados, arrastrados ya sin vida ante la mirada obnubilada de sus compañeros, incapaces de experimentar aflicción o compasión.
Uno de ellos, Alfredo, a pocos días de su encierro ya había tomado cabal conciencia de lo que ese destino le depararía y tomó la firme decisión de no dejarse vencer, recurrió a su imaginación, relajaba su cuerpo maltrecho, cerraba sus ojos y se dirigía hacia el sol naciente, a lo lejos estaba el mar y sus pies corrían hasta sentir la tibia arena, subía a los médanos, mas allá estaban las olas rompiendo furiosas contra las rocas, en la playa se internaba en el agua, observaba el vuelo de las gaviotas planeando sobre la inmensidad de ese cielo, cuyo color cambiaba según el capricho de su ensoñación.
Una mañana al ver sucumbir a otro de los desdichados y sentir un nudo en su garganta, cambió su estrategia, ya no usaría su imaginación para evadirse de la realidad, lo haría para encontrar la mejor forma de ir en busca de un tesoro, el más valioso y preciado de todos ¡la libertad!, prefería morir en el intento antes que renunciar a ella perdiendo lo único que le quedaba, un poco de dignidad.
Era una cárcel de alta seguridad, Alfredo no lo logró, ya frente al pelotón de fusilamiento, vendados sus ojos, pudo ver el arco iris, corrió hacia el lugar donde éste terminaba y halló su tesoro al tiempo que las armas escupían fuego.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Atardecer
A veces la realidad se quiebra, el tiempo se dilata, y un instante es eterno. Las señales son varias, elementos extraños que no encajan, que no tienen ninguna lógica, que no siguen ninguna pauta, como ayer ocurrió, al salir del Colegio al mediodía, con un cielo un poco nuboso y una buena temperatura, impropia de Diciembre, venía caminano por la carretera, dentro del pueblo, estaba cansada después de toda una mañana trabajando duro, pues el trimestre se acaba, pero con la tranquilidad de que era viernes y tenía por delante un fin de semana de descanso, mi familia me esperaba en casa para almorzar juntos, y fue en ese momento incierto entre las 14.00hrs y las 14,10hrs. cuando escuché un fragmento de ópera a mis espaldas, me volví y venía un descapotable rojo, del siglo pasado, con una mujer al volante y un hombre joven al lado, la mujer llevaba la cabeza tapada con un pañuelo que le ocultaba el pelo y flotaba en su cuello, llevaba unas enormes gafas de sol, el chico a su lado llevaba una gorra roja que también ocultaba parte de sus facciones, la música sonaba muy alta y me extrañó que nadie mirara al coche, había mucha gente caminando, tenían prisa como yo, pero me quedé embobada mirando y me pareció que iba muy despacio, y ningún otro coche venía, el chico me hizo una señal con la mano como un saludo, me dispuse a cruzar y no vi la moto que se me echaba encima, me esquivó en el último momento y vi que el pañuelo blanco de la mujer caía conmigo a mis pies y a lo lejos conduciendo el coche un cráneo calvo.
Todo quedó en un susto, el chico de la moto no se hizo ni un rasguño, yo no llegué a caer al suelo porque algo indeterminado me sujetó, nadie vio al coche rojo,nadie reclamaba el pañuelo como suyo.
Llegué a casa y abracé a mi marido y a mi hijo.
Un nuevo atardecer, feliz milagro, ahora lo sé, el mañana es traicionero por puro incierto. Hoy tenemos un nuevo atardecer y mucho amor.
María Teresa Cobos Urbano
viernes, 9 de diciembre de 2011
Mi madre
viernes, 2 de diciembre de 2011
Albures de la mar océana
Ya me hallaba hechizado, a punto de tirarme al mar desde el alto pretil del barco, seducido por su canto, engatusado por aquella imagen; su busto erguido, su talle esbelto e inclusive su esplendente cola de pez.
Volví en mí cuando un tremendo torbellino se formó en las aguas surgiendo un individuo hercúleo de torso cetrino. Sus ojos glaucos centellearon y de ellos brotó una luminiscencia abrasadora: sentí perfectamente cómo quemaba mi rostro. Luego mostró su enorme cola plateada que zarandeó dando enormes coletazos que me salpicaron, agarró a la ninfa por la cintura sin perderme de vista y bramó con voz acuosa, como si hablara desde dentro del océano.
—Es mi sirena.
Entonces zambulló a su hembra, sin dejar de mirarme con aquellos ojos furiosos, y enseguida se sumergió en el mar.
Como si hubiera despertado de un sueño oí la voz del grumete.
— ¡Señor!, ¿qué hace subido a la barandilla? ¡Se va a caer! ¿Acaso lo ha visto?
— No… yo… —balbucí aturdido.
—Ya le decíamos todos que esta expedición sería un fracaso. Los pulpos gigantes sólo son invenciones de marineros, señor, como los barcos fantasmas o las sirenas —señaló alejándose entre risitas burlonas.
—Y los sirenos —susurré azorado.
jueves, 1 de diciembre de 2011
¡Qué sí!
Qué si voy a bailar, que si voy a salir esta noche, que si me pondré muy guapa, mis tacones altos, mi vestido ajustado, mi maquillaje perfecto, mi pequeño bolso y mis grandes ganas de divertirme.
Que si tomo la llave de la puerta, que si a última hora se me van los minutos porque revoloteo por toda la casa y no las encuentro.
Que si empiezo a sudar, se me mancha el vestido, se me rompen las medias, se me corre el maquillaje y me canso.
Que si salimos, ¿Ahora a dónde vamos? la discoteca, el garito, la sala tradicional o el cutre bar de la esquina… y ¿para eso me arreglé tanto?
Que si la noche está oscura - raro - la ciudad con sus luces nos priva de tales evocaciones - pero sí, la noche está oscura y yo vuelvo a casa sola.