(Dedicado a Enfero. También tengo cosas "más largas")
(En un amplio despacho de un gran ejecutivo, se abre la puerta, entrando un tipo de traje impoluto con corbata. Aspecto rebosante de triunfalismo con un sonido de aplausos cerrado. Un séquito entra después de él, muy entusiasmados.)
SEÑOR: (Muy seguro. Hacia sus colaboradores) Bien esto va sobre la marcha, debemos continuar por este camino y…
UNO: (La mano siniestra y ejecutora de Señor, y por lo tanto su mano Derecha. Últimamente ha tenido mucho trabajo.) Los tenemos en el bote, son nuestros. Las encuestas nos dan como claros vencedores.
DOS: (Mostrando un comportamiento complaciente hacia el jefe) Sí, pero el Señor tiene razón, no hay que confiarse hasta el final, aún así lo tenemos todo a nuestro favor.
SEÑOR: Bueno, pues como el movimiento se demuestra andando… A trabajar se ha dicho. Nos queda mucho por hacer.
(Se van hacia la puerta los dos colaboradores, Señor le echa el alto a uno de ellos.)
SEÑOR: Dos, quédate un momento conmigo, quisiera comentarte algo.
DOS: Dime Señor… ¿Qué quieres?
SEÑOR: Sé que en tu tiempo libre sueles hacer visitas con cierta frecuencia a pisos de chicas “liberales”, y que tu nombre es muy conocido en esos ambientes.
DOS: Yo… Señor…
SEÑOR: Nada, nada, cada uno hace en su tiempo libre lo que quiere. Pero yo quería pedirte un favor… (En tono confidencial) Si yo quisiera hacer un trío, con dos mujeres, a ¿quién eligirías tú como chica primera?
DOS: (Dubitativo.) Hombre… Yo… No sé…
SEÑOR: Venga hombre, no te hagas el estrecho que estamos entre amigos… Seguro que tienes alguna amiguita por ahí…
DOS: (Como no queriéndolo decir) Lee… Es una chica muy agradable y simpática…
SEÑOR: Lee… Su número de teléfono, ¿lo tienes a mano? Venga, dámelo...
DOS: (Hurgando en el teclado de su móvil, le da el número. No está muy convencido de lo que ha hecho y se va con cierta culpabilidad) Bueno si no me necesitas más, me voy, que tengo que seguir con la campaña.
SEÑOR: De esto, nada de nada a nadie.
DOS: (Se va con gesto de pocos amigos.)
(En un discreto despacho al que tiene acceso Señor por su trabajo, cita a Lee, una joven muy guapa y decidida. Lee es una chica de padre desconocido y cuya madre fue asesinada en una cruenta guerra civil en su país. Sacada de la miseria por una ONG, fue criada en un colegio de religiosos, hasta los 17 años. En un asalto de paramilitares al centro en el que estudiaba, la raptan y es entregada a una red de trata de blancas, comenzando su periplo europeo: Italia, Francia y ahora España. Sus huesos han ido a parar a una pequeña ciudad de provincias, regenta y trabaja en un piso de “relax” para gente de alto standing. Hoy recibió el mensaje de una reunión muy importante en un despacho del centro de la ciudad. Se preparó discretamente, y con un traje sastre se fue a la dirección indicada)
LEE: (Llamando a la puerta. Un portero automático abre.) Buenos días... ¿Hay alguien?
SEÑOR: Pase, pase... Siéntese por favor... Usted es Lee... (Hay un tenso silencio, antes de empezar a hablar. Señor saca un puro, iniciando el ritual hasta encenderlo. Lee disimula su nerviosismo con las manos bajo un coqueto bolso negro.) Me han contado que es usted una experta en labores amatorias. Que todo el mundo que ha pasado por sus manos ha quedado muy satisfecho.
LEE: (A la defensiva) Vaya parece que mi fama me precede. Se nota que ha hecho sus deberes y se ha informado muy bien. (Con aire coqueto y engatusador) ¿Y qué tipo de servicio desea de mi persona?
SEÑOR: Pues desearía satisfacer una... fantasía... conjunta que tenemos mi esposa y yo... (Susurrando) Pensaba en una noche muy especial... con otra persona.
LEE: Ajá lo que corrientemente se llama un trío. Entonces si no he entendido mal, sería por la noche... Usted, su esposa... Y yo. ¿Tiene ya claras las fechas, el cómo se va a plantear el tema y dónde?
SEÑOR: (Metódicamente le va explicando el plan que tiene hecho, al tiempo que comienzan las imágenes de la situación. En una habitación privada de un restaurante de lujo, tres personas, dos mujeres y un hombre mantienen una jovial conversación a la luz de las velas. Entretanto una de las mujeres coquetea con la otra, acariciándola de vez en cuando, muy sutilmente) ¿Qué os parece si pedimos el postre ya?
NOA: (Una elegante y discreta mujer de edad indefinible y no superior a los 40.) Vaya parece que hay ganas de comenzar la sesión.
SEÑOR: Bueno cariño, no quiero parecer impaciente, pero cuando se está rodeado de tanta belleza, pretendo tenerla cuanto más cerca mejor (Le acaricia la mano a Noa, al tiempo que Lee, por el otro lado, le acaricia discretamente la pierna)
NOA: Esta bien... Por mí está bien, siempre y cuando nuestra invitada esté de acuerdo... Recuerda, Niño, que somos tres.
SEÑOR: Por supuesto, por supuesto. Lee, cuando lo desees podemos irnos.
LEE: (Notando la calentura de su compañera. Y que aquello iba a explotar de un momento a otro.) Pienso que podíamos irnos ya, los postres, los tomamos en la habitación.
(En la habitación, preparada al efecto bajo instrucciones precisas de Señor, se respira un ambiente muy sensual y sexual. Las dos mujeres se sienten muy a gusto en aquella habitación, y a la vez muy expectantes.)
NOA: Con vuestro permiso voy a ir un momento al cuarto de baño. A ponerme cómoda.
SEÑOR: ¿Una copa? (Lee admite la invitación con una mirada de inmensa lujuria. Señor sirve las copas, en ese momento se abre la puerta y sale del cuarto de baño una Noa con ganas de guerra. Su indumentaria lo dice todo...
LEE: Bueno, ahora voy yo a intentar arreglarme un poco, aunque no llegaré nunca a sobrepasar la elegancia y belleza de Noa. (Dirigiéndose al cuarto de baño) Por cierto no empiecen sin mí, por favor. (Lo que a continuación sucedió fue decididamente algo no previsto por ninguno de los presentes. Tras una salvaje y lujuriosa batalla en aquel campo de batalla de 2x2.
Los fluidos de Señor se agotaron al tiempo que sus fuerzas, quedando profundamente dormido. Sin embargo las Amazonas querían más, su hambre distaba mucho de ser satisfecha. Siguieron entrelazando sus cuerpos en una batalla encarnizada y sin pensar en posibles ganadores, lo único que importaba era el fragor de la batalla. Sólo el alba las sorprendió exhaustas y profundamente dormidas. Una discreta unión, mantenía a los cuerpos de aquellas dos ninfas en latente alerta. Señor se levantó, contemplando a las dos mujeres que le habían hecho el ser más feliz de su vida. Tras el aseo personal, se marchó, no sin antes mirarlas con cierta envidia. Deseaba quedarse en esa habitación eternamente, pero sus obligaciones le reclamaban. Ya se sabe que la obligación, y más en política, es antes que la devoción. Abrió la puerta de la habitación y se marchó. Cuando el sol invernal invadió a raudales aquella estancia, Lee comenzó a despertarse. Tomó conciencia de dónde estaba, mirando aquel bello cuerpo que tenía junto a ella. Al fin le había salido algo bien. Un dulce beso en los labios hizo de despertador a Noa.) Buenos días dormilona… ¿Cómo estás?
NOA: No puedo describir mi estado, pero sí puedo decirte que es lo mejor que me ha pasado en mi vida… ¿Qué hora es?
LEE: Hora de levantarse. ¿Desayunamos aquí o tomamos un café por ahí?
NOA: (Poniéndose encima de Lee.) El desayuno lo tomamos aquí. Este corre por mi cuenta. (Selló su regalo con un beso arrebatador del que no pudo, ni quiso escaparse Lee. Tras un largo y lujurioso desayuno, ambas deciden marcharse de allí, no sin antes prometerse ver de nuevo a la mayor brevedad posible)
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Salud y fuerza
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Uuuuuuuf! puuuuuf! ¿alguien prendería el aire acondicionado? es que de repente hace un calor aquí! ;)
ResponderEliminarMe gustan tus textos largos, Jimul, son todo un placer. Muy buenas las descripciones, es muy visual y lleno de sensaciones muy bien descriptas. Es todo lo explícito que me gustan este tipo de textos, lo justo, ni más ni menos.
Este es el comienzo de una historia. Se divide en cuatro partes (invierno, primavera, verano, otoño.) Espero que te siga gustando...
ResponderEliminarEste si es largo y con todo tipo de detalle; muy duro el invierno de Lee.
ResponderEliminarTodo un miramiento que la señoras aparezcan con su nombre y los señores vayan de incognito.
Se lee muy bien y dan ganas de conocer las otras estaciones.
Expresiones
Piedra
Gracias Jimulete. Ya veo que tienes cosas más largas, pero sé que todavía hay más, que no lo has enseñado todo, así que no puedo más que seguir incitándote a que nos enseñes todo lo que tienes, o todo lo que puedes.
ResponderEliminarSólo depende de ti. Nosotros queremos verlo.
;-)
Seguramente lo veréis. Aunque no sé si merecéis tal castigo. Je je je. Sí, sí tengo cosillas algo más largas. De momento comenzaremos haciendo La Maleta y luego ya iremos viendo adónde nos conduce.
ResponderEliminarQué bien, daba la sensación de continuar, espero las demás estaciones mordiéndome las vendas!
ResponderEliminarMañana vamos con la de Verano...
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