Robert entró en el camerino apenas acababa la función. Yo ya me había puesto la falda pero llevaba la camisa aun sin abrochar. Robert se acercó con su media sonrisa, se acercó mucho, pero no levantó la vista, atento a que cada pequeño círculo nacarado penetrara en su ojal, lentamente. Cuando terminó me miró a los ojos, me besó en la mejilla.
– Alguna vez – dijo.
Sé que es Robert Mitchum (no sé bien si se escribe así), pero, reconozco mi ignorancia, no entendí la mini Geypermana.
ResponderEliminarMe pareció eso sí, muy pasional e imaginando a Robert y aquellas pelis tan románticas, pues que se pone una sensiblera.
un beso.
... y te quedaste desconcertada preguntándote por qué no era el previsible hombre que habías imaginado.
ResponderEliminarAlgunos hombres no son iguales.
Qué bien.
Geyper, sumamente original.
Me gusta.
¿no sería gay el hombre...? muy bien escrito, Geypermana, muy logrado.
ResponderEliminar¡Ah! ya la entendí... :-( (cara roja por la vergüenza)- por los comentarios de estas muchachas. Debe ser que no soy nada espiritual... jeje. Es que una se imagina al Mitchum taaaan casanova, que... :( me pasó con Hudson, y ya véis, era gay. :(
ResponderEliminarbuena mini, Geyper... un beso
No era el día. ¿Quizás en otro momento? y le cubrió delicadamente el pecho, antes de besarle en la mejilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Piedra