Hace mucho, mucho tiempo, mucho tiempo más que antaño, había un dragón fiero y arrogante, temible y cruel, que guardaba en una cueva innaccesible y lejana a una bella y solitaria princesa.
Y en el bar viendo el Madrid-Barça, de juerga con los amigotes y apostándose la capa, la espada y el caballo, estaba el puto príncipe.
Y luego?
Pues no sé lo que pasó luego.
La princesa con el dragón no podía casarse, porque el dragón trabajaba de noche y dormía de día y tenía ex mujer, mujer y dos hijas.
Así que un día ella cogio una escoba prestada, y voló lejos, muy lejos...
Y colorín colorado... este cuento se ha acabado.
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Jejej! muy bueno, Marae! lindo cuento para irme a dormir! ;)
ResponderEliminar¿alguien tiene una escoba para prestarme...?
Yo tengo una con doble motor, especial para atravesar el atlantico ;-)
ResponderEliminarPues entonces para allá iré! :)
ResponderEliminarAyyyy después de leer tu relato pensé en escribir lo mismo que la momia...me parece que me está robando las ideas... es broma Nofret, mi momia de cabecera.
ResponderEliminarMe encantó tu relato y me dibujó una sonrisa.