Siempre le quedaba un mal recuerdo de fin de fiesta. Aquel derroche de energía sin control, en la que nada importaba y todo era caos y confusión le resultaba altamente divertido y estimulante. Además era un momento en el que podía demostrar claramente sus opiniones sin que nadie se lo echase en cara.
Pero esta vez fue distinta, la vuelta a la realidad de siempre era tan sumamente deprimente que su espíritu no quiso o supo aceptarlo. La rabieta fue de tal calibre que los "idus de Marzo" se unieron a la decadencia del sombrío Invierno, provocando una de los mayores enojos Divinos.
Y es que ya se sabe que las Resacas no son buenas ni para los entes superiores.
(A Gladys y Espuma, para que pronto se quiten los ataques del Febrerillo loco)
Magnífico, delicado y cabronazo. Me encanta. Isa.
ResponderEliminarBuenooooo y me dices esto, hoy día del entierro de la sardina, cuando tengo mi traje negro de viuda putunga listo para ponérmelo esta noche.
ResponderEliminarAy que ver cómo son los amigos infernales.
O lo decías por el temporal que nos dejó una noche entera sin luz en medio del carnaval????????
ResponderEliminarEn cualquier caso, nadie nos quita lo "bailao" y a pesar de todo nos disfrazamos y punto.