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tesis:
él miente y llora a escondidas aún.
introducción:
a veces en la noche, cuando todo es silencio él se despierta.desarrollo:
sudorosas las manos, palpitante el corazón. mira su móvil y se pregunta cómo es posible que en ese preciso momento no le haya enviado siquiera un mensaje de texto siendo que su recuerdo es tan, pero tan patente. intenta volver a dormir cerrando sus párpados.
conclusión (1):
miente: el insomnio ha llegado a compartir su lecho por una noche más.
conclusión (2):
rezaría, pero ya no cree en Dios.
Muy bueno, por cierto, tu texto me ha sugerido otro, titulado Diagnóstico. Es mi respuesta al tuyo.
ResponderEliminarMe resultan dulces las minúsculas. Será por aquello de que la mayúscula es gritar, que la minúscula me parece un susurro discreto y cálido.
ResponderEliminarEl amor platónico hay veces que traspasa la frontera para instalarse con la máxima realidad en nuestro seno.
No desaproveches la ocasión y vívelo, disfrútalo. Se ama tan pocas veces...
¡y lo importante es la actitud!
:-P
Gracias...
ResponderEliminarEnfero: amor y sufrimiento desgraciadamente parecen hermanos que se niegan a separare, triste realidad. Ahora bien, juntos engendran poesía y arte, pero producto de vínculos de sangre el resultado no deja de ser horripilante. No quiero más eso para mi, no.
Jimul: leí tu texto, lo voy a comentar allí. Hermoso. La idea del templo, la supuesta voz de la divinidad y ese vacío y silencio del final. Muy sugerente.
Ay el amor, parece el ascensor de nuestra vidas.
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