Quien quiera participar activamente y subir textos o abrir foros de debate, no tiene más que escribir un comentario en el foro con su correo electrónico y se le darán privilegios para postear.
Salud y fuerza

domingo, 11 de marzo de 2012

8 de marzo Mujeres que brillan con luz propia

FORMADORA DE MUJERES: CIENCIAS Y LETRAS


Agustina Urbano Navas, mi madre, nació en 1911. Sus padres, nerjeños: Víctor Urbano y Ángeles Navas, emigraron ese año a Costa Rica, con una niña de un año, su hermana mayor, Ángeles y su abuela materna que no quería quedarse sola en Nerja ya que en esos años hubo un flujo migratorio de Nerja al Caribe.
Allí, en San José, nació ella, luego nacieron cuatro hermanas más, una de ellas falleció pequeña.
Su padre, persona de gran formación, invirtió en fábricas y negocios y tuvo una infancia acomodada. El hecho de ser cinco hermanas y ningún hermano la llevó a querer formarse y estudió farmacia en la Universidad de San José, siendo la única mujer de su clase, la tenía que acompañar su primo y la sentaban en primera fila, sola. (Adjunto foto de 1931).
El gusto por la poesía también le viene desde pequeña, tiene muchos poemas de su juventud, aunque no publicó allí ninguno.
La depresión del 29 afectó a la economía familiar y es en 1935 cuando regresan a Nerja, Agustina tenía 24 años y cuando llegó al puerto le dijo a su padre que se regresaran porque el acento andaluz le parecía muy brusco.
No pudo convalidar sus estudios de farmacia, hizo magisterio y...empezó la Guerra...
Su primer destino fue la Delegación Provincial de Educación de Málaga, estaba en la calle Puerta del mar.
Contrajo matrimonio en 1944 con Don José Cobos Ruiz maestro nacional, hombre de excepcional cultura, y se vienen ambos destinados a Nerja. Aquí forman su familia de cinco hijas y un hijo y se dedican a formar personas, ella tiene una Escuela Unitaria femenina en la Plaza de Cantarero y él una Escuela
Unitaria Masculina. Ambos animan a los niños y niñas a estudiar y les buscan becas a los que no tienen medios, en aquellos tiempos difíciles.
Ellos fomentan la cultura de este pueblo, Él fue Alcalde y ambos fundaron posteriormente la Biblioteca de Nerja “Salvador Rueda” rescatándola de manos privadas.
Los dos participan en la revista de Occidente con poemas bajo seudónimo.
Ella siempre se consideró más de Ciencias.
Su poeta favorito era Rubén Dario.
Falleció en Nerja el 20 de Febrero de 1965 a los 53 años de edad.
Hoy en día sus alumnas, que son abuelas de las mías, la siguen recordando con cariño, recientemente han puesto una copia de una foto, en el escaparate de la librería de la plaza Cantarero, allí donde un día estuvo “La escuela de Dª Agustina”.
Este hecho me ha impulsado a aceptar esta propuesta. Soy la menor de sus hijas y aunque la perdí con nueve años, su sombra me sigue amparando, era tan grande...

8 comentarios:

  1. Pitu, tuviste una madre de oro, siempre he dicho que las mujeres de antes, madres y abuelas, (sobre todo aquellas grandiosas mujeres del tiempo de la guerra y posguerra) merecen una estatua monumental y preciosa, porque la mayoría fueron grandes, únicas, mujeres tremendas en su grandeza por su trabajo sin descanso y sin quejas, por su saber hacer, mi tía abuela, también fue una mujer única, fuerte y luchadora, y la abuela de mi marido, otra mujer magnifica. Me pongo a pensar en ellas y siento una ternura muy grande, y una envidia sana ingente.
    Qué pena que la hayáis perdido tan joven , Pitufa, qué pena… me gusta que pongas la historia, pequeña y de pasada de tu madre, tu gran madre. Yo también pudiera poner aquí un poco de mi tía- abuela, para que imaginéis cómo era de magnifica.
    Oye, podrías poner el relato con letra mayor, que me quedo ciega… 
    Un besote, guapaaaaa

    ResponderEliminar
  2. ¿El tamaño importa? Arreglado, no sé porqué salió tan chica. Era una gran mujer y ya ves con el tiempo la seguimos recordando, su familia y sus alumnas, todo el pueblo. Un beso Espu.

    ResponderEliminar
  3. claro que el tamaño importa Pitufina y si hablas de una gran mujer, más aún :) que se lea claro y rotundo, jajajja, es que yo estoy media cegata, mi niña, y no veas cómo me cuesta leer...
    el tamaño sí importa, digan lo que digan, ja!

    besos

    ¿la foto es de tu madre? ¿te das cuenta que es la única mujer, que está es ella sola y los demás son caballeros? véase lo inteligente que era, en ese tiempo, ella la reina, en todos los sentidos, y claro, es lógico que la sigáis recordando, el orgullo de tener una madre, una antepasada así, no se apaga en generaciones, si sabéis hablarle de ella a vuestros hijos, y éstos los suyos.

    otro besote.

    ResponderEliminar
  4. Fue pionera en muchas cosas,vivió la guerra junto a sus padres y hermanas y para sobrevivir fabricaban jabon y lo cambiaban por alimentos.Lo importante es que todos la recuerdan como Muy guapa y Muy buena.

    ResponderEliminar
  5. Es que era muy guapa y muy buena Pitu, se ve en la foto y en lo que cuentas. Ya me he puesto a llorar otra vez... ¡Qué vida más dura y qué capacidad para llenarla de luz!

    ResponderEliminar
  6. Qué bonito, muy guapa y muy buena, seguro que sí, Pitu, basta saber que todos la recuerdan, cuando se recuerda a las personas después de fallecidas durante tanto tiempo, es por algo, porque fueron geniales.
    Marae, que emoción con tus palabras, parece que estás sintiendo muchas cosas buenas. Eso es genial. ¡Y sin conocer a esta personas! :)

    ResponderEliminar
  7. Espuma, creo que tengo la empatía acelerada... pero es que vuestros textos son un regalo. Lees las noticias y cada una de ellas te roba un poquito la esperanza y cuando ya no te queda casi nada, alguien te hace un regalo, te enseña que no todo es negro, que ha habido, y que habrá seres de luz. Y tan importante es el mensaje como las mensajeras. Un abrazo a las dos, Pitu y Espuma, y gracias por el regalo.

    ResponderEliminar
  8. Gracias a ti Marae, es verdad que los noticieros parecen películas de terror anunciando el fin del mundo,pero no los creas,el mundo girará antes de caer en el apocalipsis. Un beso a las dos también.

    ResponderEliminar