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Salud y fuerza

viernes, 9 de diciembre de 2011

Mi madre


En estas tardes lentas, fuera del tiempo, ajeno al caminar de la calle, sentado junto a mi madre, cansada, muy cansada de una vida ya cumplida a sus cerca de 98 años, siento su respirar como un aliento suave y dan ganas de respirar con ella.
La vida se escapa entre los dedos impotentes y parece toda  una conquista el poder robar un poco de tiempo a la eternidad, como si fuese un triunfo de las horas.
Cada sencillo movimiento, el secarse la boca, el coger una servilleta, da un hilo de esperanza de que llegue la ansiada mejoría y mañana sea un día distinto, aunque en el fondo sepa uno que la batalla está perdida, que las cartas están marcadas y el juego predeterminado.
Es ley de vida, dicen como consuelo, sin consolar a nadie.
Solo queda mirar hacía atrás y ver la dicha de los caminos recorridos, la lucha por los estudios de los hijos y ver como todos acabaron sus carreras, los nietos montando el teatro en el jardín de la casa y ella disfrutando de ver la alegría del abuelo, y estos días recientes con los biznietos, cambiándole la cara cuando alguno le hacía una gracia.
Besos.

11 comentarios:

  1. Ayer la despedimos. Fue una despedida muy tranquila, cogidos de la mano hasta su último aliento. (d.e.p).
    Piedra

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  2. Mi más sentido pésame. Fue un regalo su presencia, su ausencia solo la hará brillar más. Un abrazo.

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  3. Cuánto lo siento Miguel. Te acompaño en tu dolor Recibe un fuerte y emocionado abrazo.

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  4. Querido amigo, el paso por este mundo de tu Sra. madre a sido placentero, Se veía la felicidad en su hermoso rostro y pudo marcharse de la misma forma en que vivió, rodeada de amor y en paz.
    Nada consuela, te acompaño en tu dolor, lo siento mucho y te mando a ti a tu familia un abrazo inmenso.

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  5. Ya sabes Miguel que te he enviado varios abrazos mimosos y apretaditos. Pero vengo a darte otro. Quizás porque yo también los quiero y los necesito. Y tu barba y tus fotos y tus palabras me resultan siempre reconfortantes y aunque no te he visto la cara real, te siento dentro, dentrísimo.

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  6. Te mando un gran abrazo amigo, y ojalá que entre tus recuerdos siempre sea esa maravillosa sonrisa la que surja primero.

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  7. Marae, Perseida, Mabel, Enfero y Gladys un abrazo tan grande como vuestro cariño. Muchas gracias.
    Piedra

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  8. Miguel... lo siento muchísimo, cuando pusiste en tu blog la foto de tu madre, orgulloso, de su aspecto, ese aspecto jovial y tan joven, que no parecía tener tanta edad, pensé que era una maravilla tener a una madre con esa cara y ese talante único, con la felicidad retratada en su semblante.
    Piensa que todos quisieramos vivir tanto como ella, ¡quién no se apuntaría ahora mismo! y por lo que imagino vivió rodeada de los suyos, una larga vida teniendo amor a su alrededor. ¿quién no quisiera eso, amigo?
    Sé que debéis estar muy tristes, pero piensa lo que habéis vivido junto a ella. Alguien dijo que la gente no muere mientras haya alguien que los recuerde con amor. yo misma tengo a mi padre, su imagen, nítida, sus manos, su risa, sus ojos... y hace 27 años que murió. Tanto a él como a mi madre y a mi tía- madre, los tengo muy presentes, mientras yo viva ellos estarán ahí.

    MUCHOS BESOS, AMIGO

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  9. Mi Espuma, gracias por el consuelo. Es cieto. me consuela la de años que he estado a su lado disfrutando de ella.
    Besos.
    Piedra

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  10. Miguel, siento mucho ese robo que te ha hecho la vida, porque aunque sea una ley inquebrantable, no deja de ser un robo que se hace al cariño y al amor. Verás cómo el tiempo no es el olvido, al contrario, el tiempo avivará la memoria, y lo hará con una sonrisa prendida de cada recuerdo, que es como las madres quieren que las recordemos, y como son madres, y siempre tienen la razón, no las podemos contrariar.
    Mi abrazo más grande y fuerte para ti, y aunque soy pokita cosa, aquí estamos sin hora de cierre.

    chus

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  11. Amigo chus, gracias. En verdad, las palabras de los amigos son un consuelo que se agradecen con el alma.
    Un abrazo

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