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Salud y fuerza

jueves, 2 de febrero de 2012



Una cierta compasión mezclada con ternura es lo que nos queda en la memoria después de ver The iron lady. La imagen de una anciana desmemoriada arrastrando las zapatillas por el pasillo de su casa, mientras habla quedamente con el fantasma de su marido, anula de un solo trazo los recuerdos de una época de neoliberalismo salvaje al que le debemos la situación en que hoy nos encontramos. Lo demás, su vida, su formación es solo una anécdota histórica al lado de su concepción del mundo, resumida en dos grandes premisas: los que compran al contado y los que piden fiado, porque se pasan el día bebiendo en las tabernas.

Con esa convicción fue escalando posiciones en la política de su país hasta ser admitida en el seno del Partido Conservador, que en honor a su nombre estaba compuesto únicamente por hombres machistas, viejos lores, aristócratas de peluca empolvada y herederos timoratos, hasta convertirse en la primera mujer ministro de una gran potencia.

Ella no tenía un gran ideal a alcanzar, no perdía el tiempo en galimatías interminables ni daba segundas vueltas de rosca a las cosas; ella no prometio el edén, ni paraísos de miel y abundancia, su lema fue defender la economía con mano de hierro, dejando de lado a los débiles, los ilusos y los perezosos: "EL ESTADO NO FUE CREADO PARA AYUDAR A LOS CIUDADANOS y cada uno es responsable de sí mismo".

A partir de ahí comenzó una época de privatizaciones, de enfrentamientos con los sindicatos y un continuo pulso entre la jauría codiciosa y ávida de poder que no dudaba en hacer lo que fuera por ganarle el pulso no solo a esa dama, sino a todo lo que ella representaba, porque si para ella la economía lo era todo, para los codiciosos lo era aún más y había que ponerse en ello para garantizar el poder el mayor tiempo posible.

Y ahora estamos viviendo las consecuencias de la avidez del libre mercado, algunos países están aguantando como pueden el vendaval, algunos saldrán mas favorecidos que otros, pero todos, en el fondo, cuando analicen su situación, cuando empiecen a mirar hacía atrás, al momento en qué empezó todo y vean la imagen de esa señora hablando enfáticamente ante el mundo, no podrán conciliar esa vitalidad con esta anciana que da la espalda a la cámara y titubea al caminar mientras le cuenta a su marido lo cara que se ha puesto la botella de leche ultimamente.

7 comentarios:

  1. Si después de tantos años juntos, encuentrar uno el texto que le gustaría haber escrito, es todo un disfrute. El análisis preciso, las palabras justas el mismo pensamiento, la misma rabia. No quise ver la película por el personaje tan odiado que nos trajo tanto dolor y la cosa no acaba, las noticis de Grecia son escalofriantes, gente muerta de inanición, niños que se desploman en el colegio por el hambre, esperando un vaso de leche. Y esta pandilla que lo iba a arreglar todo, quitando la asignatura de Ciudadanía con burdas mentiras, cercando el derecho al aborto de nuestras mujeres y 9000 parados más cada día. Me callo.

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  2. Ufff, Gla... voy a releerte porque quiero comentarte tan bien como tú has escrito...

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  3. Gladys, haré lo mismo que Enfero, releer tan magnífico texto antes de comentar. Excelentes las palabras de Miguel.
    Besos.

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  4. Hola Miguel, gracias por tu comentario. Te confieso que yo tenía también mis dudas por la "Dama" y todo lo que representó, pero me encanta la actriz, Meril Streep, así que me decidí y quedé profundamente impresionada, sentí la necesidad de escribir, sentí que debía hablar de todo ese barullo de emociones que me invadió cuando encendieron las luces del teatro. Me preguntaba si "ellos" no se dan cuenta del daño que causan, si en realidad no les importa, si por las noches no sienten una vocesita que les susurra como un molesto mosquito... para mi pesar, creo que no, o erigen una barrera tan sólida entre sus intereses y el resto del mundo para salvaguardarse.

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  5. Hala Enfero y Mabel, a leer!!!! jejejeje.
    Gracias por vuestras palabras.

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  6. Gladys, después de releer tu texto mi primera conclusión
    es que eres demasiado bondadosa, yo no puedo sentir
    compasión por esa dama que causó tanto daño, verla como una anciana deteriorada no borra su pasado.
    Estoy segura que “ellos” son concientes y duermen tranquilos, solo valen ellos y sus intereses, los demás somos descartables.
    Tu relato es magnífico, me gustó tanto que lo guardé, quiero mostrarlo a mis amigos,¿me das permiso?. Se que les encantará, los argentinos estamos heridos por Malvinas y ya debes saber lo que nos está pasando ahora y las posibles consecuencias de que perdamos en el futuro nuestra Antártida y Tierra del fuego. ¡¡Como los odio!!
    No es necesario decir más, ya lo hizo de forma inmejorable nuestro querido Piedra.
    Besotes.

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  7. Si Mabel la vejez y la senilidad no borran el pasado de esa mujer, sin embargo, y a nivel solo personal, yo siento compasión, es mi carácter, soy muy debilucha.
    Entiendo lo que puede significar para los argentinos el conflicto de las Malvinas, si todas las guerras son absurdas, aquella fue la peor, no se trataba de un trozo de tierra, lo que estaba en juego era la soberbia y la rabia de un grande ante un chico.
    Podríamos estar horas hablando de aquello, de hecho, estamos viviendo las consecuencias de esa política salvaje, bueno, los europeos más que los países suramericanos, porque allí. mal que bien, ya hemos vivido crisis y las hemos sorteado como hemos podido, de hecho, ahora nuestro continente vuelve a ser refugio para europeos. Así es la vida, un continuo devenir y por ello no creo que uno deba albergar odios ancestrales, eso nos hace más daño a nosotros, que a quienes odiamos.
    Un abrazo, y gracias por guardar mi relato, por supuesto que puedes mostrarlo a quien quieras. Me halaga eso.

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