Le llamó la atención su porte, su esbelta silueta, la elegancia de sus suaves movimientos.
Nunca antes había visto nada igual.
No es de por aquí, pensó, será de un país lejano, de otro continente.
Tan agradable y armoniosa era su presencia que casi permanecía invisible a sus ojos.
Fue en el invierno, ya empezado, cuando le llamó la atención. Lo observó desnudándose ante su mirada, cada vez más bello, recubierto sólo por sus blanquecinos frutos.
Preguntó a la gente del lugar el nombre de aquella maravilla.
Nadie sabía más que su belleza, no conocían su nombre, tampoco sabían cuánto tiempo llevaba allí, ni quién decidió plantarlo, ni porqué, si era un elegante regalo a una amada, o a una temida esposa.
Conocían, eso si, que en primavera sus ramas florecían de azul y que en el calor del estío su espeso follaje proporcionaba exquisita sombra.
Tampoco sabían que su fruto extraño, ramilletes de bayas blancas, que reverberaban al sol de la fría estación, eran puro ¡Veneno!.
Nunca antes había visto nada igual.
No es de por aquí, pensó, será de un país lejano, de otro continente.
Tan agradable y armoniosa era su presencia que casi permanecía invisible a sus ojos.
Fue en el invierno, ya empezado, cuando le llamó la atención. Lo observó desnudándose ante su mirada, cada vez más bello, recubierto sólo por sus blanquecinos frutos.
Preguntó a la gente del lugar el nombre de aquella maravilla.
Nadie sabía más que su belleza, no conocían su nombre, tampoco sabían cuánto tiempo llevaba allí, ni quién decidió plantarlo, ni porqué, si era un elegante regalo a una amada, o a una temida esposa.
Conocían, eso si, que en primavera sus ramas florecían de azul y que en el calor del estío su espeso follaje proporcionaba exquisita sombra.
Tampoco sabían que su fruto extraño, ramilletes de bayas blancas, que reverberaban al sol de la fría estación, eran puro ¡Veneno!.
Gladys pasa algo con las letras, son tus gafas...
ResponderEliminarSi los frutos eran puro veneno, seguro
ResponderEliminarera el regalo a una temida esposa.
Además de lo que pasa con las letras,
me apareció un cartel diciendo que el
contenido de mi comentario no se podía
mostrar :o ¿que escribí?. Nuevo intento.
Besotes
Un abrazo Mabel, te quiero mucho.
ResponderEliminarLo terrible es que está en el patio de recreo de mi cole, hay 4, ya he avisado que lo quiten, las bayas son muy venenosas.
ResponderEliminarEntonces era verdad lo del veneno? Al principio creí que era una metáfora Pitufina, y eso? A ver si va a ser cierto que el veneno brota sobre la tierra de manera prolija y espontánea.
ResponderEliminarEn cuanto a las letras, en tu escrito también aparecen letras de dos tamaños, menos mal que Mabel también los ve, o si no empezaría a dudar de mi visión.