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Salud y fuerza

miércoles, 8 de junio de 2011

Abortar Misión: Capítulo 0





(Hoy el Infierno va a contaros un delirio por episodios, será semanal. Dedicado a tod@s aquell@s que siempre han protestado por la cortedad de mis historias. También quiero dedicársela, muy especialmente a Mabel, que ya está en este Andurrial como una más, bienvenida.)


(En un campamento urbano de una ciudad de provincia, acaba de saltar la noticia: El movimiento revolucionario Movilización, mantiene retenido desde hace 10 horas al presidente del Gobierno de la nación. La noticia ha trascendido a los medios de comunicación principales de aquella ciudad de provincias, provocando la Provincial Revolution. Un fuerte despliegue de seguridad rodea el campamento urbano. Hay una gran tensión.)

Mov: (Aprovechando la ocasión de tener al máximo líder del país. Habla el Gran Jefe responsable de ese movimiento asambleario.) Nosotros, la Junta Asamblearia de este movimiento tenemos que hacerle una serie de peticiones, en cuanto sean cumplimentadas le dejaremos que se vaya del campamento.

Pte. Gob.: (No entendiendo nada de lo que le está sucediendo, intenta explicar su situación real.) Yo no soy quiénes vosotros pensáis.

Mov: (Molestándose muchísimo al intentar negar la evidencia clarísima de que realmente su apariencia y su forma de actuar es la del Pte. del Gobierno actual.) ¿Nos está tomando por gilipollas. Acaso no vemos a un hombre que tiene su apariencia. Viste como Él. Incluso utiliza su mismo lenguaje y gestos al hablar. Ahora me dirá que es su doble. Un imitador. O incluso un extraterrestre disfrazado.

Pte. Gob.: (Pensando que algo tiene que hacer, pues están a punto de descubrir su coartada y eso sería pésimo para sus intereses. Analiza la posición en la que está. O declara realmente quién es, pudiendo perder la vida en ese ambiente tan hostil para su persona, o por el contrario continúa con la farsa, improvisando hasta ver algún punto débil en la seguridad del lugar y huir de allí.) ¿Y vosotros, qué pensáis vosotros? ¿Quién creéis que soy? (Lanzando una mirada desafiante a los ojos de su interlocutor)

Mov. (Pensando que tiene la situación controlada y va a poder llevar a cabo su plan. Comienza a plantear su táctica para llevar acabo su estrategia global. Levantándose de la mesa con aire de superioridad.) Muy bien, como veo que somos gentes de buen talante y con carácter negociador, voy a trasladarle una serie de mínimos que queremos sean examinados y aprobados a la mayor brevedad posible. Antes de finalizar el año, tenemos que ver muestras de un cambio muy importante en el comportamiento de la clase política de este país.

Pte. Gob.: (Interrumpiéndole.) Pero eso yo no puedo hacerlo, no tengo competencias. No soy un dictador. Lo único que puedo hacer es proponerlo, de ahí a aprobarlo va un trecho muy largo.

Mov.: Usted no se preocupe por eso. Si propone esta serie de cambios, nosotros ya nos las apañaremos para llevarlos a buen término.
Pte. Gob.: Por cierto, me gustaría comer algo e ir al servicio, ya sabes.

Mov.: ¡Ah, sí! Por supuesto (Llama a su colaborador más inmediato y le comenta algo al oído. A los pocos minutos, aparecen un par de mujeres jóvenes de un aspecto muy atractivo.) Bueno, Vosotras dos, llevad a nuestro invitado a comer algo y al cuarto de baño. El bar se el Galaxia, y decidle al dueño que lo vaya apuntando a la cuenta.

Col.5: (Un poco harta de que su papel de revolucionaria quede supeditado a chica de los recados. Sale con el invitado y su amiga.) Ya estoy harta de que me traten en todos los sitios como una vulgar chacha. Todos los papeles importantes los tienen ellos. Ni que nosotras fuéramos unos simples floreros.
Col.6: (Sin haber escuchado nada. En tono confidencial a su amiga.) Oye, tú piensas que mi ropa es adecuada para estar con una persona tan importante. Recuerda que aunque esto sea una revolución, hay que ir bien elegantes.

Col.5:
(Conteniendo su ira y poniendo buena cara.) Todo perfecto cari. Vas monísima para los tiempos revolucionarios de primavera verano. (Llegan a una tasca de toda la vida, reformada según los gustos del momento. Basilio, el dueño, un gran y rotundo bebedor, siempre le gusta la aventura, pero eso sí, cuando comienza a costarle dinero, prefiere quedarse en casa. La comitiva entra como Pedro por su casa, primero entra la Colaboradora nº 5, el Pesidente en el medio, cerrando el cortejo la Colaboradora nº 6.) Hola Basi, vengo de parte del Gran Jefe, me ha dicho que prepares la cena y venimos al cuarto de baño. Por cierto, apúntalo en la cuenta de Provincial Revolution.

Bas.: Ya, a fondo perdido. Por cierto qué hago de cena hoy.

Pte. Gob.: Tortilla de patata.

Col. 5: (Sorprendida del morro del invitado) Ya lo has oído. (A su compañera) Por cierto, tú quédate aquí, cubriendo la entrada (Bajando al servicio con el invitado. Él, con toda naturalidad, va hacia el servicio femenino, ante la cara estupefacta de su controladora.) Me parece que se ha equivocado. El suyo es el otro. (Haciéndose el despistado, pero maldiciendo por dentro la corrección. Entra por su correspondiente puerta. La Colaboradora nº 5 susurra) Son todos unos viciosos.

(continuará)

2 comentarios:

  1. Gracias por la dedicatoria y la bienvenida. Lo que leí hasta ahora me gustó mucho. Espero que la semana que tendremos que esperar para la próxima entrega pase rápido. Soy muy ansiosa, quiero saber como sigue yaaaa!!!!.
    Besos.

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