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Salud y fuerza

lunes, 23 de noviembre de 2009

Fiestas Carnavalescas.

Las fiestas carnavalescas, se celebran en inmensos palacios suntuosos, recargados de joyas y gemas traslucidas, cuya luna creciente, queda reflejada en cada bello cuello, estaca de diversas gargantillas.

Bellos cuerpos albinos, bailado al son de una melodía lúgubre.
Delicados maniquís moviéndose bajo sus vestidos venecianos de carnaval con un ímpetu impecable.

Sus rostros ocultos bajo siniestros antifaces, ocultan ojos mortuorios de almas fantasmales.


Yo me siento desnuda ante miradas ocultas bajo mascaras burlescas que me observan en cada movimiento.

Asustada bajo risas maquiavélicas, me abstraigo en una espiral de locura sin fin, mientras los seres misteriosamente enmascarados me sumergen en su mundo de frenesí.

Voy traspasando diversas esferas, en cada mirada fija, observo en sus ojos cristalinos ríos de sangre y danzas malditas, mientras disfrutan de paradisíaca comida a la que no le afecta el paso de los días.

Las doncellas venecianas con sus apretados corsés descalzan sus delicados pies de porcelana y hunden sus cuerpos en sus olorosas aguas venecianas.
Se sumergen hasta desaparecer bajo el puente de los suspiros del atardecer.

Mientras el diablo les aguarda en cada callejuela para tentarlas con sus dotes caballerescas.

Y hasta nueva orden de carnaval sus almas vagaran dantescas por nuestra adorada Venecia tan tétrica como bella.


Autora: Kel Báthory

4 comentarios:

  1. Kel, cuántas imágenes me han venido a la mente leyéndote. Cómo ambientaría un escenario para teatro con una historia como la que has traido.
    La verdad es que "lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado".
    Es así y quizá en las aguas de Venecia habita algún alma a quien todavía están esperando las fuerzas malévolas de la tentación...

    Un beso, paisana

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  2. Que razón tienes Enfero.

    Me alegro que te haya gustado e inspirado.

    Un abrazo.

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  3. Es un texto que se puede "ver", casi sin leer, y lo digo por la riqueza visual con la que cuentas el carnaval. Me ha gustado mucho, es un retrato de carnaval, sin óleo, ni lienzo, pero se ve con claridad.
    Un saludo.

    -chus-

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  4. Una visión bastante tétrica y diabólica del carnaval veneciano. Es irónico, pero todos los carnavales a mí me suenan a algo maléfico, y a decir verdad, los odio. Un texto muy visual e interesante, Kel, se lee con mucho gusto

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