Quien quiera participar activamente y subir textos o abrir foros de debate, no tiene más que escribir un comentario en el foro con su correo electrónico y se le darán privilegios para postear.
Salud y fuerza

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La gran zafra


El trigo infecundo, el maíz estéril, el centeno perdido. Braulio, hastiado, oyó a alguien decir— El que siembra vientos recoge tempestades —y sin dudarlo subió a las montañas, dispuesto a recolectar torbellinos y ráfagas.
No fue fácil; el viento ululaba retozón, arrancándole los costales de las manos. Tuvo que esforzarse para envasarlo, pero al final logró su propósito: el revoltoso fue metido en los sacos que se sacudían sin parar. Bajar de las montañas, tampoco fue simple pero más trabajoso resultó sembrarlo. En cada agujero, con muchas penurias, vaciaba un talego mientras el ventarrón pretendía escapar. Pero el labrador, habilidoso, echaba tierra encima hasta hacer un montículo.
Concluida la faena, jadeante, se sentó debajo del almendro mientras oía el clamor soterrado.
A los pocos días el estrépito cesó y después de dos meses, súbitamente, los mogotes reventaron para permitir que varias tolvaneras remontaran hasta el cielo. Se formó entonces un enorme nubarrón negro que muy pronto fue tormenta. Braulio cómodamente al abrigo de su chimenea, con satisfacción, veía caer el agua e imaginaba su fructífera cosecha.

9 comentarios:

  1. Dos regalos: Mientras leía me preguntaba de que tierras de ultramar vendría tanta belleza; Al ver que era de mi querida Espuma, se calmó el viento y salió el sol.
    Gracias.
    Todo un disfrute tus cuentos reencontrados.
    Un abrazo lleno de expresiones.
    Piedra

    ResponderEliminar
  2. Descendiente de Lafontaine, esa es Doña Espuma...

    ResponderEliminar
  3. Jolines, Espumilla, eres el paradigma de la creatividad y del buen hacer. Me gusta que me lleves de cráneo corriendo hacia el diccionario para encontrar palabras como "mogote".
    Me gusta que de una frase hecha completamente metafórica, construyes una historia con pies e incluso con cabeza.
    Me gusta la brevedad con la que te haces entender y la sabiduría que destilas.
    Espumilla mía, cada día celebro haberte conocido.
    Smmmuackkk

    ResponderEliminar
  4. Ufa, Enfero, siempre es difícil decir algo luego de que tú lo has dicho todo.... :(
    Sólo puedo agregar que envidio a tus musas, Espumilla, y me alegra mucho que estén de vuelta y tan rebosantes.
    Un placer de texto, destila creatividad.

    ResponderEliminar
  5. jajajaaa
    Pues ya sabes momia ¡tienes que correr para llegar primera!

    ;-)

    ResponderEliminar
  6. Qué bueno, Enfero tú es que me aprecias, pero tus palabras me llenan de alegría... yo también me alegro de conocerte... es que eres genial, mi niña. Y no es peloteo ¿eh?, o a lo mejor un poquito, jejjeje :) un beso muy grande.
    Piedra, también me dice cosas muy bonitas, yo creo que también es por el aprecio, yo a él lo aprecio un montón, me parece una buenísima persona. Un abrazo muy fuerte.
    Jimul, uyuyuy, qué bien , ¡guapo! besos mil.
    Momía tí sí que eres pelota conmigo, tus relatos eran buenísimos, pero no subes ninguno. Este relatito está hecho ya desde hace unos meses, no es de ahora, pero lo vi y pensé en subirlo a este maravilloso lugar. Mi momia preferida, te envió muchos besos, espero que te lleguen.

    abrazos a todos.

    ResponderEliminar
  7. perdonad las faltas, es que estoy en un sitio incomodísimo, no en mi ordenador, se me escaparon sin querer. :(

    ResponderEliminar
  8. A mí se me escapan cosas peores, espumilla! jejejeeee! :p
    Ya me llegaron tus besos, tengo las vendas llenas de rouge!
    Y yo corro, Enfero, entro casi todos los días, a veces hasta medio dormida, pero es que me ganas! :´(

    ResponderEliminar
  9. Me ha encantado, Espuma, lo que cuentas, y cómo lo cuentas. Un cuento lleno de originalidad, y de frecura. Un beso.



    -chus-

    ResponderEliminar