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Salud y fuerza

martes, 3 de agosto de 2010

Otro jueguito

¿les gustan los juegos creativos? a mí me encantan, acicatean a mis musas harto perezosas. Miguel me dio la idea de importarlos para esta página, así que aquí voy.
Hicimos este en Algo para contar, a ver qué les parece. Se entiende que la idea es escribir un pequeño texto usando las palabras dadas. Aquí va mi aporte.

Agua. Papel. Peine. Sentimiento. Ilusión. Pena



Ya no quedaba nada. Ninguna ilusión, proyecto o deseo. Todo había sido barrido como un castillito de arena por el agua implacable del mar. Plasmar su sentimiento de vacío en un papel ya no le producía placer, ni pena, ni nada, así que prendió fuego su diario personal y se quedó mirando las llamas consumirlo con voracidad. Las cenizas se elevaron, cayendo luego sobre su cabello ralo. No se molestó en lavarlo, para qué, nadie lo veía desde hacía semanas. Sólo le pasó un peine y lo dejó así. Después tiró los restos de su diario a la basura. Intentó recordar cuándo lo había empezado, pero nada le vino a la cabeza. Su pasado ya no le pertenecía, era como un torbellino de recuerdos deshilvanados de alguien más. Se recostó en la cama, su último refugio, y entrecerró los ojos. Ni dormida ni despierta. Ni muerta ni viva. Apenas una sombra de lo que nunca fue.

4 comentarios:

  1. Aclaro que este juego, con sus palabras incluidas, no fue idea mía, sino de una participante de Algo para contar que desapareció misteriosamente hace ya varios meses y no hubo forma de volver a contactarla. Es lo malo del mundo virtual.

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  2. Agua. Papel. Peine. Sentimiento. Ilusión. Pena

    Tras el cristal de la ventana de la cocina, evoco la imagen de mi tía Eugenia. Rubia y esbelta, preciosidad estereotipada y reconocida en toda la familia y alrededores.
    Recuerdo su ilusión cuando recibió del tío Eduardo un regalo especial: un peine de marfil traido de su último safari en Tanzania.
    Me da pena pensar que haya decidido acabar con su vida, ahora, cuando todo había transcurrido con normalidad salvo su pronta viudedad. Ha dejado un papel donde la pena de su sentimiento es patente, donde se puede tocar su abrumadora melancolía. Sus setenta y cinco años todavía eran atractivos e incluso frescos.
    Mirando el cristal con la vista perdida en los recuerdos, he dejado salir el agua del grifo y tengo que desalojarla del suelo...
    Tía Eugenia, espérame donde estés con esa sonrisa que siempre te caracterizó. Un beso.

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  3. Encero cuélgalo aparte con la categoría de juego. Por cierto muy interesantes ambos textos. El de Nofret, crudillo como siempre.

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  4. Qué bueno, Enfero! si es que los juegos literarios pueden descubrir joyitas ocultas en nuestros cofrecitos mentales. Me alegra que alguien más jugara! :-)
    Gracias por el comentario, Jimul! a ver si te animas a jugar tú también.

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