Quien quiera participar activamente y subir textos o abrir foros de debate, no tiene más que escribir un comentario en el foro con su correo electrónico y se le darán privilegios para postear.
Salud y fuerza

jueves, 25 de agosto de 2011



EL MONSTRUO PROPIO

En medio de la noche creo escuchar un ruido extraño, me sorprendo al ver deslizarse escurriéndose como agua por debajo de la puerta, una sustancia que pronto va convirtiéndose en un ser monstruoso, de aspecto aracniforme, su cabeza con ojos rojos y turbios; De su boca sobresalen amenazantes dientes y colmillos como afilados garfios.
Siento tanto terror que intento huir pero mis piernas no responden, tampoco gritar, la voz no sale de mi garganta. El engendro arroja un hilo de baba que me va envolviendo hasta inmovilizarme; Luego un dolor lacerante por sus pinzas desgarrando mi carne. Me despierto jadeante, transpirando. ¡Fue un sueño! pero me dejó un sabor amargo y un temblor que me impiden volver a dormir. ¡Si tuviera un buen somnífero!
Nuevamente después de algún tiempo, reaparecieron mis pesadillas recurrentes con el mismo monstruo. Me levanto, sería inútil luchar contra mi desvelo, me concentro en encontrar una solución, ¿un psicólogo? ¡No! Se limitaría a escuchar mis lamentos y buscar culpas hasta en mi abuelita, nunca pudieron ayudarme a vencer mi aracnofobia.
Como siempre tendré que encontrar yo sola una solución. Vuelvo a acostarme, para, al día siguiente, poner en práctica lo que creo podría ayudar.
En la mañana instalé en mi dormitorio una pequeña luz muy tenue que quedará prendida toda la noche, eso hará que el instintivo temor a la oscuridad desaparezca y luego un aroma que me aporte algún bello recuerdo; Tomé un hornillo de cerámica en el cual puse una mezcla de esencias entre las que predominó el eucalipto.
Esa noche me tendí en mí cama sintiendo esa pequeña gran diferencia, es como un suave crepúsculo, ya no predomina el color negro y esa fragancia que me trae recuerdos de mi niñez, cuando en el invierno y por la creencia de ser beneficioso para la salud, sobre una estufa alimentada a kerosén hervía el agua en un recipiente con hojas de eucalipto y cuyo grato olor inundaba toda la casa.
El monstruo no volvió a aparecer en las distintas imágenes de mis sueños, algunas excéntricas, muchas tristes, apesadumbrantes, pero ya no está presente el terror paroxístico ¿volverá?........

6 comentarios:

  1. Lo logreeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!!
    No podía publicar un texto :)

    ResponderEliminar
  2. Felicitaciones Mabel!!!!
    No solo lograste vencer las barreras informáticas, sino que espantaste al monstruo peludo.
    Ánimo lo estás haciendo muy bien, besos desde las arenas de Gran Canaria.

    ResponderEliminar
  3. Querida Mabel, no sólo estás venciendo las barreras Informáticas, si no que dentro de ti está renaciendo una creadora de historias magnífica. Te animo a que nos sigas deleitando con tus textos. Un gran abrazo y enorme beso desde el Noroeste castellano.

    ResponderEliminar
  4. Enhorabuena.
    Contar las historias de nuestros pesares nos libra de ellos. Seguro que te sienta bien y nosotros disfrutamos de tus letras.
    Abrazos llenos de expresiones afectuosas.
    Piedra

    ResponderEliminar
  5. No diré que la historia es bonita porque a mi tampoco me gustan esos bichos, pero si afirmo que está muy bien narrada. ¡Queremos más!

    ResponderEliminar
  6. Gracias queridos amigos por ser tan generosos con sus comentarios, me estimulan para seguir escribiendo que es lo único que en estos momentos puedo hacer, me ayudan mucho.
    Besos y abrazos con inmenso cariño.

    ResponderEliminar