
Las ropas de Látex negro y rojo con toques lujuriosamente morbosos, inundaban aquellas frías estancias de mármol sereno y recio. La música de Money, Money, Money sonaba estrepitosamente, reforzada con una coreografía de ejecutivos apolíneos de ambos sexos, cuando algún incauto despistado osaba pedir un crédito hipotecario.
Se te está poniendo una cara de Banco de Santander...
ResponderEliminar-chus-
Y tira ya los "rotus" Carioca, o mejor aún, hazlos desaparecer.
Rottring chavalín, los Carioca hace mucho tiempo que los abandoné...
ResponderEliminarNo me hables de créditos hipotecarios, Jimul!!!
ResponderEliminarDesaparecieron con la crisis justo cuando yo iba a pedir uno, y tengo que quedarme en este edificio apestoso!!! grrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!