
¡Oto... Desórdenes en la sección de zapatería!
Como un resorte ejecutó las órdenes de aquella voz del pinganillo angustiada y temerosa, pacificando la situación.
Su mirada perdida entre aquellos cuerpos ensangretados le hicieron recordar 30 años atrás a su madre, en aquellos odiosos días de Rebajas, cuando le gritaba de forma histérica:
¡Oto, ven aquí... No te pierdas!
Jejeje
ResponderEliminarMuy buena ilustración Jimulete. Te mando correos y no me contestas. Habrás cambiado de dirección...
;-)
No, no... Espera que lo abro y te digo...
ResponderEliminar¿Cuerpos ensangrentados? Me recordó un día de rebajas en un Wall Mart, si mal no recuerdo, en que un guardia de seguridad murió aplastado por la multitud que pugnaba enloquecida por entrar a comprar.
ResponderEliminarSi es que cuando la gente se masifica, no es mejor que una manada de búfalos!
jolines, por eso yo no voy a las rebajas :-(
ResponderEliminarabrazos ;)
Hola Espumilla!!!!!! Que gusto encontrarte.
ResponderEliminarYo tampoco voy a las rebajas.
Salud amigo llamarada. Ya estaba extrañando la tercera parte.