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lunes, 12 de octubre de 2009

Teoría literaria XII – Las figuras retóricas (2º parte)


A partir de ahora voy a dedicar una serie de post donde transcribiré una breve reseña de cada figura retórica en particular. Empiezo con las figuras de metaplasmo que consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría, incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras son las licencias métricas.
  • Prótesis: Consiste en extender una palabra aumentando los sonidos que figuran al principio en algún o algunos elementos más. Por ejemplo, amoto en vez de moto.
  • Apéntesis: Es la adición de un fonema o más en el interior de una palabra, esto es, la intercalación o adición de un segmento, en general vocálico, en una secuencia fonológica. Sucede naturalmente en la evolución de los lenguajes (humerum > hom’ro > hombro). También puede ser usado deliberadamente como metaplasmo, creando una nueva palabra o neologismo.
  • Parágoge: Consiste en agregar un fonema o más, etimológico o no y por lo general una vocal, al final de un vocablo, como por ejemplo en felice por “feliz”, en huéspede por “huésped”. Se denomina también epítesis y se utilizaba en el romancero y en la versificación o métrica para aumentar artificialmente el cómputo silábico del verso.
  • Aféresis: Es un recurso poético consistente en la supresión de una sílaba al principio de una palabra. Este recurso poético era habitual en la poesía en castellano hasta el Romanticismo, siendo muy usado en el siglo de oro ya que la exigencia métrica en las distintas estrofas conllevaba este tipo de licencias y libertades; sin embargo, luego cayó en desuso, siendo hoy en día muy raro encontrarla y constituye cuando se da un rasgo de extrañamiento más que un recurso métrico.
  • Síncopa: Es una figura literaria de dicción que consiste en la supresión de algún sonido dentro de una palabra. Se basa en el fenómeno lingúistico de la síncopa.
    La síncopa lingüística es un un proceso fonológico consistente en suprimir fonemas en el interior de una palabra. Aunque ocurre normalmente al usar un lenguaje coloquial (cantado>cantao), la síncopa es responsable de muchos procesos de evolución de las lenguas, incluido el castellano desde el latín: comparare>comprar. Históricamente el fenómeno afectó especialmente a las vocales átonas y breves precedidas y seguidas de vocales tónicas o largas, que ya en latín vulgar se pronunciaban neutralizadas y abreviadas. La síncopa en castellano provocó la aparición de dobletes de palabras con significados próximos pero diferentes, uno como resultado de la evolución normal sincopada de la palabra latina y otro como préstamo lingüístico directo del latín: “delicado” y “delgado” o “labrar y laborar”.
  • Apócope: Es un metaplasmo donde se produce la pérdida o desaparición de uno o varios fonemas o sílabas al final de algunas palabras (cuando la pérdida se produce al principio de la palabra se denomina aféresis, y si la pérdida tiene lugar en medio de la palabra se llama síncopa). Era figura de dicción según la preceptiva tradicional.
    En castellano se apocopan algunos adjetivos, adverbios, sustantivos, verbos y determinativos.
    Ejemplos:
    bueno → buen
    grande → gran
    primero → primer
    mucho → muy
  • Diástole: En latín permitía que una sílaba breve se pronunciara como larga. En castellano, donde no existe la cantidad vocálica, la figura se aplica a la acentuación: adelantar la posición del acento de una sílaba a la siguiente, en ocasiones, con el objeto de facilitar ciertas rimas.
    Ejemplo:
    El conde mi Señor se va a Napoles
    Y el Duque mi Señor se va a Frana
    Majestades, merced, porque este día
    Pesadumbre daré a unos caracoles.
    (Luis de Góngora)
  • Sístole: Implica, en contraposición a la diástole, atrasar la posición del acento de una sílaba a la anterior.
    Ejemplo:
    E ya, pues, desrama de tus nuevas fuentes
    en mí tu subsidio, inmórtal Apolo.(Juan de Mena, Laberinto de Fortuna)
  • Sinéresis: Es el recurso que permite ligar las vocales de un hiato deshaciéndolo, para lo cual se debilita el timbre de la vocal más débil a fin de crear un diptongo artificial con el propósito de disminuir en uno el cómputo total de sílabas del verso. Es lo contrario de la diéresis, pero, de forma distinta a esta, no se señala con ningún signo gráfico especial.
  • Diéresis (o dialefa): Es la desunión de un diptongo, formando dos sílabas en lugar de una, como lo sería gramaticalmente.
    La diéresis se indica con la colocación de dos puntos, llamados crema, diéresis o puntos diacríticos, sobre la vocal débil, o la de menor intensidad fonética del diptongo.
    Ejemplo: El süave susurro: La palabra suave tiene dos sílabas, en la primera hay un diptongo, una sola sílaba gramatical con el diptongo “ua” (sua-ve). En el verso se ha aplicado la diéresis y se ha separado el diptongo, “su/a”, dando lugar a tres sílabas métricas (su-a-ve), para indicar esta licencia se ha colocado el signo correspondiente, dos puntos o diéresis; así, este verso tiene 6 sílabas gramaticales, pero 7 sílabas métricas.
    La dialefa propiamente dicha es cuando se rompe la sinalefa. Por ejemplo, si en vez de la es-cue-la (tres sílabas) se pronuncia la-es-cue-la (cuatro sílabas).
  • Sinalefa: Es la pronunciacion en una sola silaba de la vocal final de una palabra y la vocal inicial de la siguiente. En los textos en verso, la sinalefa afecta a la medida del verso, disminuyendo el número de sílabas del mismo. Así, por ejemplo, en el endecasílabo de Garcilaso de la Vega: Los cabellos que al oro oscurecían; que y al forman al contarlos una sola sílaba métrica por sinalefa, lo mismo que -ro y os-, con lo que el endecasílabo cuenta con sus once sílabas preceptivas.
    Hay que notar que la sinalefa se diferencia de la elisión por conservar el timbre de las dos vocales mientras que en la elisión se suprime uno de los sonidos vocálicos.
    En el siguiente verso se puede apreciar claramente el uso de la sinalefa para hacer versos de menor tamaño:
    Salve al pueblo que intrépido y fuerte
    a la guerra morir se lanzó
    cuándo el bélico reto de muerte
    sus cadenas de esclavo rompió.

    En la pronunciación debería escucharse así:
    Salveal pueblo queintrépidoy fuerte
    a la guerra morir se lanzó
    cuándoel bélico reto de muerte
    sus cadenas deesclavo rompió.
  • Ecthlipsis: Complementa a la sinalefa, pues supone la fusión de las consonantes final e inicial de sendas palabras cuando aquéllas son idénticas o muy similares.
    Ejemplo: los siguientes versos, de Jorge Manrique, forman parte de una estrofa formada con versos de 8 y 4 sílabas. El segundo de los versos, aunque cuenta con 5 sílabas gramaticales, gracias a la ecthlipsis, se queda con 4, pues su primera sílaba, que empieza por d, se une a la última palabra del primer verso que termina en d.
    ni menos la voluntad
    de tal manera.
  • Metátesis: Consiste en el cambio de lugar de los sonidos dentro de la palabra, atraídos o repelidos unos por otros. Pueden ser dos los sonidos que intercambian su lugar, y entonces se suele hablar de metátesis recíproca (animalia > alimaña), o bien puede ser solo uno el sonido que cambia de puesto en el seno de la palabra, llamándose entonces el fenómeno metátesis sencilla o simple (integrare > entregar, crepare > quebrar). Los sonidos que metatizan pueden estar contiguos, hablándose entonces de metátesis en contacto como en vidua > viuda; o bien, pueden estar separados, originando una metátesis a distancia como en los ejemplos aducidos en la metátesis recíproca.
*Ésta y el resto de entradas de teoría literaria, están copiadas íntegramente de:
http://unextrano.wordpress.com/2008/07/28/teoria-literaria-xii-las-figuras-retoricas-2%C2%BA-parte/
a quienes agradecemos la posibilidad de contar con sus textos.

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