
La inmovilidad de sus dedos ante aquella pantalla en blanco lo consumía en la desesperación. Cansado de su frustración, cerró los ojos... Instantes después su imaginación estalló en una bola incandescente. Poco a poco abrió los ojos. Ante sí, el espejo en llamas recibía brasas electrizantes de una inmortal historia. Su propia vida.
Dedicado a los componentes de este Andurrial.
Me ha encantado!!! eso necesito yo, mi propia inspiración...
ResponderEliminarLa inspiración es un misterio, hace falta un empujoncito para que se exprese. Gracias a tu espejo hemos escrito algunas historias. A ver si se repite y nos das una excusa para escribir.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra
Jimul, a veces las musas te miran y pasan de largo, y si en ese momento te miras al espejo delatan tus miserias, y eso duele.
ResponderEliminar