Al cabo, son muy pocas las palabras
que de verdad nos duelen, y muy pocas
las que consiguen alegrar el alma.
Y son también muy pocas las personas
que mueven nuestro corazón, y menos
aún las que lo mueven mucho tiempo.
Al cabo, son poquísimas las cosas
que de verdad importan en la vida:
poder querer a alguien, que nos quieran
y no morir después que nuestros hijos.
.
que de verdad nos duelen, y muy pocas
las que consiguen alegrar el alma.
Y son también muy pocas las personas
que mueven nuestro corazón, y menos
aún las que lo mueven mucho tiempo.
Al cabo, son poquísimas las cosas
que de verdad importan en la vida:
poder querer a alguien, que nos quieran
y no morir después que nuestros hijos.
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Sí, verdades como puños, dichas con toda la sencillez del mundo. No hay que complicarse la vida para crear belleza.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra
Sí Miguel, los poetas generalmente tienen ese don, el de contar más allá de lo posible aquello que sienten.
ResponderEliminarEs cierto que algunos poemas son más farragosos o más laberínticos, pero disculpo esa condición porque normalmente van más allá de la existencia y la humanidad, y... no me digas que no es difícil, ufff
Gracias por estar siempre oportunamente amable y sencillo, como tú eres
Qué hermosura, me emocioné, sobre todo lo del final.- es cierto, que al cabo lo que importa es querer y que nos quieran y sobre todo, que nuestros hijos nos sobrevivan.- y es que ayer precisamente vi llorar a un padre porque perdió a su hijo. Hoy entro y pareciera, Enfero de mi alma, que hubieses "sabido" lo de este pobre hombre, digo, claro respecto a mí, con este poema de esta maravillosa mujer.
ResponderEliminarGracias guapa, gracias.
Un beso a cada uno, pero enormeeee :)
Voy a ver si encuentro algo más de ella...
Puedes encontrar por ejemplo este otro poema, que es terrible por cierto:
ResponderEliminarPara ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
Jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
«Desnudo de mujer», como otras muchas.
Ni de ponerme un nombre te acordaste.
Amalia Bautista
¡Cuánta mujer habita el invierno permanente con esta actitud del hombre!
Que nadie me tome a mal (y me refiero a ellos), que nosotras también tenemos actitudes nefastas, pero ahora estamos hablando de ésta.
Por otro lado, espu, el poema de la entrada me impactó duramente por el último verso, el de los hijos. Es escalofriante como decía Miguel, en su sencillez. Pero la vida, la muerte y nuestras circunstancias son así de simples y así de breves y me parece que una de las claves de la felicidad es aceptar que esto es así inexorablemente y vivirlo en positivo, aprovechando el tiempo al máximo, no dejando escapar un segundo para sentirse bien, hacer lo que deseamos hacer, estar con los nuestros, quererles... en fin... lo que parece que sabemos al cien por cien pero que olvidamos cada día.
Te quiero, me gusta tenerte cerquita. Espero que estés superando la mala época que padeces y te recuerdo que las emociones verdaderas no necesitan de cercanía geográfica para ser auténticas. Cuenta conmigo.
(jo, qué romántica me he puesto jajajajaaa)
=)
Bueno, venimos peleones. Realmente todos lleváis razón, incluída Enfero (mal que me pese tener que dársela) el mensaje es sencillo y contundente. Si bien es verdad que cuesta mucho llegar este tipo de conclusiones, sólo el dolor yla experiencia te hacen llegar a estos términos. Esperemos y deseemos que la raza humana vaya comprendiendo y aplicando soluciones inteligentes a las lecciones que la vida se empeña en darnos cada día. (ahora decimos todos amén y nos vamos de finde)
ResponderEliminarVaya por Dios... ahora sí que me emociono, Enfero ¿cómo me dices esas cosas tan preciosas para el alma?, pues sí, me has emocionado, niña, así que, ahora mismo te envío un montón de besos y abrazos, muchos, muchos, para que al menos, sepas que me llegaste al corazón... espero que te lleguen prontito, muack, muack, muack...
ResponderEliminarMe voy a llorar un ratito, pero a llorar de emoción, que siempre son lágrimas dulces.
:) ¡qué reguapa que eres por fuera y por dentro, me gustaría ser como tú!
buen fin de semana a todos, ¡sed felices, por favor!
Ah, y el poema que has puesto, en verdad, es maravilloso, me ha llegado muy adentro también. En verdad, es muy hermoso.
ResponderEliminarAmalia Bautista. Me encantas.
Espumita mía, llora si te hace falta, que soltar las emociones es bueno.
ResponderEliminarCreí que ya sabías lo adentro que estás de mi, pero me alegro muuucho de haberlo recordado. Por si voy atacada (como siempre), recuérdalo a diario porque realmente eres muy importante para mi.
Muáaa