martes, 23 de noviembre de 2010
La Nueva
Nuevos compañeros y compañeras... Cientos de personas desconocidas... Ella, una vez más, la nueva, y sin embargo ya no tiene miedo. No perderá su firmeza y saldrá corriendo, echándose a llorar en un rincón oscuro, por muy amenazada que se sienta. Ahora ya es grande... Sabe pensar... Tiene su propia filosofía de Vida. Y sobre todo, tiene muy claro lo que NO quiere. Un timbre la saca de sus pensamientos... Respira hondo... Abre la puerta... 20 adolescentes multiplurales esperan con escepticismo la nueva profesora.
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Sí, toda una aventura iniciar un trabajo tan bello y tan duro como compartir vida y conocimientos con los jovenes.
ResponderEliminarTuve la dicha de disfrutar de la enseñanza muchos años.
Salud
Piedra.
La de veces que yo he sido "La nueva"
ResponderEliminarJa, yo fui un par de años pero no con 20 ¡con 90! y creo que eso me quitó las ganas para siempre. Ahora como mucho me permito enseñar a dos o a tres y ya, uffffffff
ResponderEliminarYo nunca he sido La Nueva. El Nuevo, alguna que otra... Ahora ya llevo tiempo que soy el mismo...
ResponderEliminarSer nuevo en cualquier sitio, es peliagudo, sí.
ResponderEliminarY en esta profesión, debe ser la reoca.
:)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA veces es excitante ser el nuevo, aunque solo sea por la descarga de adrenalina.
ResponderEliminarJe je! muy bueno, Jimul! me daría un ataque si tuviera que enfrentar a una clase! enseñar es algo para lo que hay que estar muy preparado y, sobre todo, te tiene que gustar de alma, si no, acabas en el manicomio! Felicidades a los que pueden hacerlo, ha de ser una enorme gratificación, pero hay que tener la vocación muy firme o acabas estrangulando a algún chaval (o escondido en un pozo gimiendo! jejeje)
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