Después de la galerna, la mar comienza a reposar su bravura, aún en el cielo las nubes amenazan lluvia, pero un tímido sol ilumina los prados y la montaña del Cuera como queriendo hacer las paces con la tierra.
El Borizo, siempre espectacular, hoy tiene una luz especial que atrae la mirada a derecha e izquierda. A un lado la ensenada de Barro hasta punta Pestaña, al otro Celorio y los castros de San Martín, al fondo el Cuera y al frente toda la anchura de la mar.
Texto y fotografías de Piedra
miguelbueno.blogspot.com
Me encantan tus fotos. Son una auténtica pasada...
ResponderEliminarQué fotos, Piedra... Me encantan. Lo que nunca llego a saber es dónde vives jajajajaj porque tan pronto cuelgas imágenes de Málaga como de Asturias o desde otro lugar.
ResponderEliminarEs una maravilla ser un nómada habitual.
Un besito
Gracias.
ResponderEliminarAlguna ventaja tenía que tener andar de jubilata.
Me muevo entre Nerja, Sevilla, Málaga y Pacanda, cuando no estoy de viaje. Si es el caso, el destino ya es variable.